Estudio del cerebro podría dar nueva terapia a autismo

El estudio a profundidad del cerebro ha llevado a encontrar una posible relación entre ciertos mecanismos moleculares y enfermedades como el autismo o la esquizofrenia, este vinculo podría dar pie al desarrollo de nuevas terapias para estas enfermedades.

El artículo que describe la posible relación de las moléculas y el autismo y la esquizofrenia fue publicado en la revista Science y en el participaron 12 instituciones de todo el mundo. Todo esto ha hecho posible un estudio más profundo del cerebro.

El estudio podría presentar avances en terapias para enfermedades neuropsiquiátricas este estudio vincula los efectos moleculares que ciertas variantes genéticas tienen en el cerebro con enfermedades del espectro autista y la esquizofrenia.

Desde que en 2013 se completara el Proyecto Genoma Humano los investigadores han descubierto variantes genéticas -pequeños cambios en la secuencia del ADN por lo que no hay dos genomas idénticos- asociadas con enfermedades neuropsiquiátricas y estos estudios revelan nuevos mecanismos de esas dolencias.

El estudio podría presentar avances en terapias para enfermedades neuropsiquiátricas este estudio vincula los efectos moleculares que ciertas variantes genéticas tienen en el cerebro con enfermedades del espectro autista y la esquizofrenia.

Desde que en 2013 se completara el Proyecto Genoma Humano los investigadores han descubierto variantes genéticas -pequeños cambios en la secuencia del ADN por lo que no hay dos genomas idénticos- asociadas con enfermedades neuropsiquiátricas y estos estudios revelan nuevos mecanismos de esas dolencias.

En la última década, los científicos realizaron estudio genéticos en personas con enfermedades psiquiátricas y los compararon con los de individuos sanos para descubrir qué genes tienen secuencias diferentes en los primeros, aunque con frecuencia sus descubrimientos llevaban a más preguntas que respuestas.

Los expertos no solo descubrieron la existencia de genes vinculados a esas enfermedades, sino también que cientos de áreas del ADN situadas entre los genes -llamadas ADN regulador- también parecían tener una relación.

Los científicos saben que esas secciones reguladoras del ADN pueden controlar cuándo, dónde y cómo se activan y desactivan los genes, pero averiguar qué “regiones reguladoras” afectan a qué genes y, por lo tanto, al ARN y a las proteínas codificadas por los genes “no es sencillo”.

El conjunto de nuevos datos -esencialmente un modelo detallado del funcionamiento molecular interno del cerebro humano- está ahora a disposición, como punto de partida para que otros investigadores estudien los mecanismos de la enfermedad y las posibles dianas de los medicamentos.

“Este recurso es tan amplio que pueden empezar por elegir una enfermedad asociada a una variante genética y profundizar hasta descubrir qué impacto tienen las redes moleculares en el cerebro”, indicó Geschwind. EFE

 

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