Dolores Hidalgo, de cuna de la Independencia a pueblo mágico

CIUDAD DE MÉXICO.

Dolores Hidalgo es llamada la Cuna de la Independencia Nacional, pues ahí se gestó el movimiento que acabaría con la intervención de los españoles.

Es uno de los 46 municipios del estado de Guanajuato. Se ubica en la región norte-centro de su territorio y tiene una extensión de mil 656,18 kilómetros cuadrados.

Pero Dolores Hidalgo es mucho más, es color, tradiciones, raíces mexicanas. Es un sitio pleno de encanto que no te arrepentirás al conocer.

Por decreto, la ciudad es reconocida, tanto por el gobierno local como el federal, como la Cuna de la Independencia de México, pues el atrio de su parroquia fue testigo del Grito de Dolores, la convocatoria inicial para tomar las armas en contra del régimen virreinal y de la corona española emitida por el padre Miguel Hidalgo y Costilla la madrugada del 16 de septiembre de 1810.

No puedes dejar de visitar este espacio único, lleno de mexicanidad.

Tuvimos la oportunidad de disfrutar de un viaje turístico a uno de los pueblos mágicos más fascinantes de Guanajuato, Dolores Hidalgo, cuna de la Independencia, acompañados de su titular de Turismo Histórico y Artesanal, José Guillermo Azanza Lieria, quien además es sobrino nieto del cantante José Alfredo Jiménez, iniciando con un recorrido en la casa museo del poeta de México, la cual es declarada como monumento histórico desde 1982 y la casa más visitada en 2015 por encima de la casa de Diego y Frida.

La casa museo es visitada por turistas de todo el mundo y consta de nueve salas, teniendo como característica principal que cada una lleva el nombre de las canciones más memorables de José Alfredo Jiménez. Así, tenemos que en la primera sala que es la de usos múltiples no se puede hacer uso de cámara fotográfica y de video por derechos de autor, ya que contamos con la obra de Octavio Ocampo, que es la historia de la música mexicana resumida en la cara de “José Alfredo Jiménez”, óleo sobre lino de 2.00 X 3.00 mts, creada especialmente para el Museo

La siguiente se llama Pueblo de Dolores, que nos revela al José Alfredo niño, luego viene Cuatro Caminos habla en relación el momento en que José Alfredo se pudo haber definido por otra idea de su vida y los inicios de su carrera artística, Qué suerte la mía la época de oro de la radio en México, Paloma querida que es la sala de su boda con Paloma y de su parte romántica, El Rey una sala en donde José Alfredo ya era muy conocido en radio, cine y televisión, Estoy en el rincón de una cantina… la sala de la bohemia y de las mujeres, La vida no vale nada en donde se revela el final de su vida, Olvídate de todo menos de mí… la permanencia de sus canciones.

Un lugar infaltable de visitar es la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, que cuenta con un grupo de cronistas que nos comparten la historia desde la llegada de los españoles hasta el famoso grito de Independencia, dado en el atrio por el Cura Hidalgo, quien convocaba a sus fieles y al pueblo a través de tocar las campanas que se escuchan diáfanas y cristalinas. Cada 15 de septiembre, un representante del presidente de la República da el grito de independencia, y por lo menos una vez en su sexenio, el mismo presidente de México en turno encabeza en este lugar los festejos de la independencia.

Es la iglesia más grande de la ciudad, que muestra dos ejemplos de arquitectura. Su fachada de estilo barroco-churrigueresco es uno de los ejemplos más finos de la última etapa del barroco colonial mexicano. De igual estilo son los altares de la Virgen de Guadalupe y de San José, ubicados en la nave secundaria de la parroquia. El otro ejemplo se puede observar en la nave principal, donde los altares neoclásicos se hacen presentes. Por cierto la fachada de esta iglesia aparece en el anverso del billete de mil pesos mexicanos.

De igual importancia debe uno visitar la casa Museo de Miguel Hidalgo y Costilla, que cuenta con sus muebles y algunos objetos personales del prócer, así como documentos importantes de la guerra de Independencia.

De ahí nos fuimos al Museo del Vino, que era una propiedad que pertenecía a Don Trinidad y Ramírez quien dona la finca al Municipio al no tener descendencia para que sea el Hospital Hidalgo que funcionó hacia 1937; en 1940 se restaura todo el inmueble y va a funcionar como Hospital Ignacio de Allende hasta el 2005. A partir del año 2016 el gobierno del estado decide rescatar una de las tradiciones de la escuela de artes y oficios de Don Miguel Hidalgo, el cultivo de la uva, inaugurando justo ahí el Museo del Vino.

En dicho Museo se da el recorrido en cuatro salas interactivas de la historia del vino, barricas, el proceso por el que pasa la uva hasta convertirse en un delicioso elixir, además se puede degustar vinos de toda la región, de la misma forma se ofrece a la venta a precios accesibles al bolsillo del visitante.

Don Miguel Hidalgo detecta que la tierra en Dolores es ideal para cultivar la vid, todo ello da pie hoy en día a unos de los atractivos que son los tours Enológicos, así tuvimos la oportunidad de visitar varios viñedos, empezando en “Bernat Vinícola” establecidos desde el año 2012.

La enoexperiencia siguiente fue en Viñedo Tres Raíces, que es una empresa mexicana que ha cuidado mucho el tema del medio ambiente al reciclaje, la construcción es típica de la zona, la piedra de cimentación es de la región, las vigas del techo son de la antigua estación del tren.

En el 2016 Cabernet Sauvignon Tres Raíces tiene Medalla de Plata en el Concours Mondial de Bruxelles, “resultado de las propiedades de la tierra del Bajío y de nuestro amor por la vid”.

La uva Cabernet Sauvignon es una de las variedades más comunes alrededor del mundo. Sus características le dan una buena reputación a la hora de envejecer y convertirse en excelentes vinos de crianza.

Otro de los atractivos turísticos de este pueblo mágico es el recorrido bohemio visitando tres cantinas emblemáticas, que tienen su origen en noviembre de 1973 en el aniversario del fallecido José Alfredo Jiménez. La noche del 22 de noviembre enfrente de la Parroquia de Dolores sale un recorrido rumbo al Panteón Municipal, es de verbena y de alegría, se va caminando con el mariachi, la banda, con el conjunto norteño, es noche libre y en este recorrido se ofrece tequila o mezcal. Las cantinas a visitar empiezan en El Incendio, que es la cantina más antigua de Dolores Hidalgo data de 1927 y que cuentan con un mezcal único y de nombre peculiar hecho artesanalmente “hasta que las nalgas te desobedezcan”. Ahí cuenta la leyenda que se inspiraron muchas de las melodías de José Alfredo.

Como segunda parada se llega a La Hiedra, que fue de las más frecuentadas por el poeta del pueblo y para finalizar El Triunfo, en dónde te encuentras con los expertos en ofrecer una bebida a la medida.

Otra de las paradas turísticas es sin lugar a dudas helados finos “La flor de Dolores”, nieves artesanales que funcionan desde hace 40 años, atendida por Antonio García y su esposa, cuentan con un sinfín de galardones y reconocimientos tanto a nivel nacional como internacional y son un orgullo turístico, dentro de los sabores a saborear encontramos nieves cactáceas tales como la borrachita, tuna, José Alfredo Jiménez, colibrí; las tradicionales de nuez, fresa, chocolate, pistache vainilla, crema de limón, membrillo, mojito, lavanda, coco, aguacate, mamey por nombrar sólo unas cuantas.

Dolores Hidalgo también nos ofrece proyectos y empresas con responsabilidad social, una de ellas es Proyecto Lavanda apoyado desde el 2006 por Estados Unidos, es un proyecto sustentable, que da trabajo a personas de la comunidad y elaboran un sinfín de productos, entre los que destacan aceite de lavanda, jabón artesanal elaborado con aceites vegetales, cojines de meditación bordados por las mujeres, productos en el mercado a nivel nacional en hoteles, spas, amazon.

Ya para finalizar un fin de semana completo en Dolores Hidalgo, no puedes dejar de acudir a Cabañas “Los Nogales” en la Hacienda El Gallinero, espacio atendido por Gerardo Lesser y en donde puedes realizar ecoturismo, actividades de senderismo, recorrido en bici y hospedarte en unas cabañas majestuosas a precios cómodos al bolsillo del visitante.

Camino de regreso no puedes dejar de pasar al Mausoleo de José Alfredo en el Panteón Municipal de Dolores, erigido un 23 de noviembre de 1998 para celebrar su 25 aniversario de su fallecimiento. Consiste en un enorme sombrero que tiene en la parte inferior un pebetero y en letras de bronce el epitafio “La vida no vale nada”. Emerge de manera sinuosa, un sarape multicolor hecho en azulejo de Dolores Hidalgo, en cuyo cuerpo están incrustados los títulos de diversas canciones de su obra musical. El autor del proyecto es el reconocido Arq. Javier Senosiain, esposo de Paloma Jiménez Gálvez.

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