Detrás de la noticia
Alfredo Martínez de Aguilar
Férrea defensa legal de la
zona de los Chimalapas
Muchas veces los ciudadanos de a pie, nos preguntamos por qué las mafias económicas, políticas, sociales y religiosas, alcanzan el éxito más fácilmente que el resto de las personas.
Con todo y ser simple la respuesta, a los individuos comunes y corrientes, se nos complica su comprensión, porque no terminamos de entender la importancia del trabajo en equipo.
No es, desde luego, una cuestión simplista. Requiere de una clara división del trabajo y el compromiso insoslayable de cumplir con la tarea encomendada en beneficio de todos.
Éste aspecto es la parte sustancial de la estrategia exitosa en los equipos de trabajo. Las bandas del crimen organizado y los cárteles del narcotráfico han sublimado esta forma de trabajo.
Una y otra mafia tienen a su favor poner en juego los dos valores máximos de los seres humanos: la vida y la muerte. Pasando, desde luego, por el gran estímulo del poder y del dinero.
De ahí la importancia que los gobiernos que se respeten y deseen ser respetados privilegien el trabajo en equipo. Fundamental es ante todo, por supuesto, respetar y hacer respetar la Ley.
La avalancha de la información de las campañas impidió que destacáramos un hecho altamente positivo. El desalojo y detención de invasores en la selva de la zona de Los Chimalapas.
Muy satisfecho debe estar Alfonso Gómez Sandoval Hernández. Los funcionarios que hicieron posible el desalojo forman parte del equipo de trabajo que formó en la Secretaría General de Gobierno, ahora encabezado por su sucesor, Carlos Santiago, y Rodrigo Velásquez, subsecretario de Operación Regional, entre otros.
Determinante ha sido, por supuesto, la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconociendo la superficie invadida como territorio oaxaqueño y no de Chiapas, amén de ordenar al Congreso del vecino estado la desaparición del municipio Benito Juárez.
Altamente positivo resulta que, a pesar que los 26 detenidos en los parajes “El Zapote” y “Emanuel”, ubicados en la comunidad de San Francisco La Paz, perteneciente al municipio de Santa María Chimalapa, contaban con diversas armas, el operativo conjunto entre corporaciones policíacas estatales y federales, fue totalmente blanco, al realizarse sin disparar un solo tiro.
Los Chimalapas, comprenden 594 mil hectáreas, de selvas tropicales vírgenes, de las cuales 300 mil aún se encuentran inalteradas, junto con las regiones de Uxpanapa, Veracruz, y El Ocote, Chiapas, significan, como unidad fisiográfica, el límite norte de la existencia de selvas altas perennifolias en el continente americano y por el mismo lado, refugio legendario de los binidani, nombre zapoteca para una raza antigua que huyó al monte, en vez de aceptar la dominación española.
De estas 594 mil hectáreas, 460 mil corresponden a la comunidad indígena del municipio de Santa María Chimalapa, y 134 mil, a la de San Miguel.
Una acción indiscutiblemente trascendental. Obra conjunta de la Federación y del Gobierno de Oaxaca. Resultado innegable de la coordinación. Decisión que sienta un precedente positivo.
Lástima que hayan tenido que transcurrir 22 largos años desde que inició la invasión en San Isidro La Gringa por chiapanecos y veracruzanos, en 1994. Pero más vale tarde que nunca.
Para tener una idea más clara de la importancia de Los Chimalapas, baste resaltar que, después del Amazonas, la zona con mayor biodiversidad de flora en el continente, son Los Chimalapas.
Pero por si esto fuera poco, tiene todavía un mayor atractivo global. Su ubicación en el corazón del Istmo de Tehuantepec, puente terrestre entre el sureste, el centro y el norte de la República.
Esto, da a la zona, un enorme interés geopolítico, pues en ella existen, importantes líneas de comunicación y oleoductos, que alcanzan a los dos complejos petroquímicos y puertos petroleros más importantes de México y Latinoamérica: Coatzacoalcos y Salina Cruz, (García, et al, 1989).
Pero aún hay algo más trascendente globalmente. Su posición geográfica estratégica como enorme fábrica de agua. La Tercera Guerra Mundial, que ya inició, se da por el agua.
Las montañas de Los Chimalapas conforman la cuenca alta de los ríos Coatzacoalcos, Uxpanapa y Grijalva-Usumacinta, en la vertiente del Golfo de México, así como de los ríos Espíritu Santo, Niltepec, Ostuta y Tapanatepec, cuyas aguas alimentan los sistemas lacustres más importantes de México: la Laguna Superior, la Laguna Inferior y el Mar Muerto, vertiente del Océano Pacífico); algunos de sus ríos desembocan en la presa Malpaso.
Estos sistemas hidrológicos, llevan más de 40% de todo el flujo acuático del país, mientras en la vertiente del Pacífico, nutren a los importantes sistemas lagunares que mantienen gran cantidad de especies de flora y fauna acuática, y tienen un vínculo directo con la vida de sistemas marinos y terrestres adyacentes.
Los diversos ecosistemas de Los Chimalapas, operan como reguladores del clima, de una importante porción del sur y sureste del país, y son una de las principales fuentes de oxígeno para nuestra atmósfera, por su alta capacidad de fotosíntesis. Estos ecosistemas, estabilizan la precipitación pluvial a lo largo del año y mantienen la humedad de la atmósfera, evitando sequías prolongadas a lo largo del Istmo de Tehuantepec, (García et al, 1989).
Esta importancia estratégica geopolítica, se potencializa exponencialmente en el contexto de la globalización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y del Plan Puebla Panamá, así como del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).
Es un tratado de libre comercio multilateral que fue negociado en secreto por cinco años, y que fue finalmente firmado por los gobiernos de los países negociadores en febrero de 2015. Ahora se está a la espera que los Congresos de cada país aprueben el acuerdo.
Fuertemente promovido por Estados Unidos, el tratado involucra también a otros 11 países: Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile.
En sus 30 capítulos, el acuerdo regula un gran número de temáticas, que van desde el comercio de lácteos, hasta la regulación laboral, pasando por derechos de autor, patentes, inversiones estatales y medio ambiente. Estos dos últimos aspectos cobran singular relevancia en el caso de Oaxaca por la Zona Económica Especial del Istmo de Tehuantepec y la creación del Corredor Industrial Inter-Oceánico, férreo y carretero, que viene a sumarse al Corredor Eólico.
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