Las guerras se ensañaron con los niños en 2017

MILENIO

De acuerdo a un análisis emitido por la Unicef, los menores de edad fueron objetivo de ataques por grupos armados y ejércitos, lo que provocó éxodo, desnutrición, traumas y muerte.

Nueva York

Los ataques contra niños en las zonas en conflicto del mundo alcanzaron en 2017 “proporciones alarmantes” debido al incumplimiento flagrante de las partes beligerantes de sus obligaciones internacionales, alertó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En un análisis emitido ayer, Unicef indicó que los niños se han convertido en objetivos de primera línea, utilizados como escudos humanos, asesinados, mutilados y reclutados para participar en los combates.

El organismo afirma que la violación, el matrimonio forzado, el secuestro y la esclavitud se han convertido en tácticas habituales en los conflictos que asolan a países como Irak, Siria, Yemen, Nigeria, Sudán del Sur o Myanmar.

“Los niños han sido blancos de guerra y han estado expuestos a ataques y a una violencia brutal en sus hogares, escuelas y zonas de juego”, explicó Manuel Fontaine, director de programas de emergencia de Unicef.

Fontaine destacó que “a medida que estos ataques se repiten año tras año, no podemos volvernos insensibles a ellos. Esta brutalidad no puede ser la nueva normalidad”.

Unicef precisó que, en algunos contextos, los niños secuestrados por grupos extremistas vuelven a ser víctimas de abusos después de su liberación, cuando son detenidos por las fuerzas de seguridad.

Millones de niños pagan un precio indirecto por estos conflictos, ya que sufren desnutrición, enfermedades y traumas debido a que se les priva de servicios básicos, incluido el acceso a alimentos, agua, saneamiento y salud, o a que estos servicios son dañados durante los combates.

Unicef puntualizó que en el transcurso de 2017, en Afganistán casi 700 niños fueron asesinados en los primeros nueve meses del año.

En la República Centroafricana, después de meses de combates, la violencia llevó a que los grupos armados asesinaran, violaran, secuestraran y reclutaran a numerosos niños.

En la región de Kasai, República Democrática del Congo, la violencia ha expulsado a 850 mil niños de sus hogares. Se estima que 35 mil niños han sufrido de desnutrición aguda grave.

En el noreste de Nigeria y Camerún, el grupo yihadista de Boko Haram ha obligado a por lo menos 135 niños a actuar como terroristas suicidas.

En Irak y Siria, los niños son utilizados como escudos humanos, atrapados en asedios, atacados por francotiradores y sometidos a intensos bombardeos y actos de violencia.

En Birmania, niños del grupo musulmán rohinyá sufrieron y presenciaron una violencia terrible y generalizada cuando fueron atacados y expulsados de sus hogares.

En Sudán del Sur, donde el conflicto y una economía en caída libre llevaron a que se declarara la hambruna en partes del país, más de 19 mil niños han sido reclutados por el ejército y grupos armados, y más de dos mil 300 niños han muerto o sufrido heridas desde que el conflicto inició en 2013.

En Somalia se notificaron mil 740 casos de reclutamiento de niños en los primeros 10 meses de 2017; mientras que en Yemen, tras casi mil días de enfrentamientos, al menos cinco mil niños murieron o sufrieron heridas y 385 mil están gravemente desnutridos.

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