Claudio Suárez recuerda; anécdota de Clásico

Excelsior

El exzaguero del Guadalajara cuenta que estuvo a punto de firmar con las Águilas, aunque en el draft detuvieron su llegada.

CIUDAD DE MÉXICO..-Para el Invierno 96, antes del 5-0 contra el Guadalajara, Ricardo La Volpe seguía de cerca a Claudio Suárez, entonces defensa central de Pumas. Su contratación dependía del draft, donde los equipos negociaban cuestiones del contrato. Claudio llegó con todo arreglado, aunque sólo de palabra.

Hablamos por teléfono. El que se encargaba de todo era el entonces presidente italiano (Giuseppe) Rubulotta”, recuerda, desde Los Ángeles. “Nunca estuve convencido de ir, pero era uno de los mejores equipos de México. Estando a punto de firmar, detuvieron el pase. Me empezaron a decir que no eran las cantidades y no sé qué tantas cosas”.

En los pasillos del hotel, el texcocano encontró a La Volpe, con quien tampoco pudo aclararlo.

Yo te quería, pero no va a poder ser’, me dijo. Después me enteré que ya tenían hecha la contratación de un central chileno, Javier Margas, y le di las gracias”, agrega. Una anécdota que, dice, pocos conocen, porque después vendría el 5-0 y el título con el Guadalajara.

Pero antes, Claudio tuvo que buscar otras ofertas. La directiva de Pumas tenía en la mesa una propuesta del Toluca, cuyo técnico era el Zurdo López.

Me ofrecían casi el doble, pero tenían problemas de descenso”, apunta. No obstante, el trato se cerró. Y a punto de firmar estaba, cuando apareció el Guadalajara, con Tuca Ferretti a la cabeza.

Me avisaron que ya estaba vendido a Chivas y dije: ‘¿Cómo? Yo no había llegado a ningún acuerdo con ellos’. El ingeniero Anaya y el licenciado Luis Miguel Tinoco, gerente deportivo de Chivas, me aseguraron que ya estaba todo. ‘Bueno, ¿pues dónde firmamos entonces? ¡No se vayan a echar para atrás!’ Y ahí quedó. Ya después, Tuca me dijo que me había pedido, que era el único refuerzo que quería. Llevaron también a Salvador Mercado, que jugaba en el Celaya, pero fuimos los únicos”, recuerda Claudio, que pudo disputar su primer Clásico, el de la goleada en el Estadio Jalisco aquel Invierno 96.

Fue el primero. Y hasta dije: ‘Si así van a ser todos los Clásicos, ¡qué vengan los demás!’. Era una fiesta en el vestidor. En las calles veíamos a la gente muy contenta. Fue una humillación para el América, una de las más grandes”, considera.

Al poco tiempo de eso, se enteró del despido de La Volpe: “Era su primer año y quería hacer lo mismo que Tuca: tener un equipo dinámico, con presión y achique. Pero no estaba bien trabajado. Cuando Luis García venía a achicarnos, le hacíamos un torito. Teníamos un gran equipo”.

El tiempo, al final, puso a Claudio en el lugar que quería.

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