“Yo no me tengo que esconder”, el discurso de Leopoldo López
Ciudad de México
Vestido de blanco y sosteniendo la bandera de Venezuela, Leopoldo López, líder del partido de oposición en Venezuela, Voluntad Popular, subió al monumento a José Martí en la plaza de Chacíto en Caracas y ahí, dirigió un mensaje a sus seguidores minutos antes de entregarse a la Guardia Nacional.
López habló acerca de la orden de detención en su contra por allanar la casa de un ministro, y dijo que su caso es “la mejor muestra de que en Venezuela no hay justicia”.
“Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, para que Venezuela despierte definitivamente y que la mayoría de venezolanos y venezolanas que queremos cambio podamos construir ese cambio en paz y en democracia (…) valdrá la pena mi encarcelamiento infame”, dijo.
“¿Cuántas veces dijo Maduro que me quería preso?, ¿cuántas veces dijo que daba instrucciones para que nos metiera preso?, ¿qué tiene que hacer el presidente dando instrucciones a una fiscalía, a un tribunal?”.
En medio de ovaciones Leopoldo López aseguró que el movimiento que encabeza representa a los jóvenes, a los estudiantes y también a los reprimidos y a los encarcelados. Además llamó a sus seguidores a conducirse pacíficamente.
“Nosotros juntos hermanas y hermanos tenemos que estar en claro que debemos construir una salida a este desastre, esa salida tiene que ser pacífica, tiene que ser dentro de la constitución pero también tiene que ser en calle porque ya no nos quedan en Venezuela los medios libres para poder expresarnos y si los medios callan, que hable la calle, y que hable la calle con gente”, dijo mientras que los asistentes lo ovacionaban.
Luego, Leopoldo López dijo que tal como lo anticipó, se entregaría a la Guardia Nacional.
“Yo ahora voy a proceder a ir al piquete donde está la guardia y donde está la policía”, dijo al tiempo que sus seguidores gritaban negativas a su decisión.
“Sí lo voy a hacer créanme, ya lo pensé mucho, les quiero decir que estos días tuve mucho tiempo que pensar, analizar, escuchar radio, ver televisión, leer lo que no había leído en un tiempo, hablar con mi familia, y las opciones que tenía eran irme del país, y yo no me voy a ir de Venezuela, nunca me voy a ir de Venezuela”, dijo.
“La otra opción era quedarme escondido en la clandestinidad, pero esa opción podría dejar la duda en algunos de que nosotros teníamos algo que esconder y nosotros no tenemos nada que esconder, yo no he cometido ningún delito, yo no soy ningún delincuente, yo no me tengo que esconder, entonces la opción que me queda es presentarme y yo les pido por favor y les ruego con el corazón que cuando yo pase y me entregue, yo les pido por favor que ustedes se mantengan en paz, no tenemos otra opción”.
En ese momento Leopoldo hizo una pausa mientras que la concurrencia gritaba su nombre, luego retomó el discurso para agradecer a su compañera de vida, Lilian Tintori.
“Quiero agradecerle a todos pero en especial a una persona que me ha dado mucha fuerza, a una persona que hoy representa mi mayor pilar para estar aquí ante todos ustedes, a mi esposa Lili que esta acá”.
Acto seguido, Lilian se acercó al monumento a José Martí; Leopoldo se inclinó, la abrazó y besó. Tras aferrarse unos minutos uno al otro, él la invitó a subir al pie de la estatua para saludar a sus seguidores.
Finalmente Leopoldo bajó, y caminó hasta donde estaba la Guardia Nacional de Venezuela donde abordó una tanqueta.