Reflexionar la lucha de la CNTE

roberto-lopez-rosadoPor Roberto López Rosado*

El pasado miércoles, Día del Maestro, a parecieron en diversos medios de comunicación declaraciones mías que generaron polémica para  algunos. Unos dijeron que me faltó objetividad y mayores argumentos. Otros plantearon que rompía paradigmas por mi “atrevimiento” al ser muy franco, por decir públicamente lo que muchos piensan pero lo callan. El boletín de prensa señalaba: “El diputado federal del PRD y ex dirigente en la sección 22 del Sindicato Nacional de la Educación (SNTE), Roberto López Rosado, llamó al magisterio oaxaqueño a realizar una revisión necesaria de sus tácticas y estrategias de lucha”.

Sí, efectivamente, dije que es necesario reflexionar la lucha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), particularmente de la sección 22 de Oaxaca, porque como apunté que los actuales, “son tiempos de buscar el mayor reconocimiento a la labor apostólica de los trabajadores de la educación en todo el país, lo cual se requiere para poder avanzar,  pero también son tiempos de revisión y de evaluación de las tácticas y estrategias de lucha que al menos en Oaxaca la población, los padres de familia de las y los alumnos, ahora no entienden y no las comparten”, amén de que reclaman también “educación de calidad democrática”.

Si, efectivamente, es necesario reflexionar la lucha de la CNTE, no para otorgar concesiones al poder, es decir a la Secretaría de Educación, al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación. De ninguna manera estoy proponiendo doblar las manos, arriar banderas, ni ser el cabús  de la SNTE. No. Se equivocan quienes piensan que estoy proponiendo que nuestro movimiento se rinda o venda, que renuncie a sus principios y valores que le han dado vigencia. No, Es necesario ser firmes en los principios que dieron vida y origen a la CNTE, y uno de ellos es que este movimiento no se rinde ni se vende. Conviene, sí, hacer un análisis a conciencia, a fondo, sin auto engaños Habrá que preguntarnos qué hemos alcanzado, qué hemos logrado no sólo para los y las maestras, sino para la propia población, para los alumnos y alumnas porque para ello hay capacidad y responsabilidad en los trabajadores de la educación, y también, cuáles son nuestras fortalezas y cuáles nuestras debilidades.

Sin lugar a dudas, la consigna de “luchar y trabajar” sigue vigente y hay que hacerla realidad, pelear con ahínco, con los principios por delante pero de manera inteligente, creativa y por ello es de apreciar y reconocer el trabajo y la lucha de miles y miles de maestros, maestras que van a sufrir en los plantones en la Ciudad de México o en el Zócalo de Oaxaca, particularmente, como señalé, “cuando han tenido que enfrentar la imposición de una reforma educativa que amenaza sus derechos laborales y profesionales”, cuando en realidad no es una reforma educativa, sino una reforma laboral, una reforma de corte neoliberal que de ninguna manera va a provocar una educación de calidad.

Insisto, es conveniente revisar la capacidad que la CNTE como movimiento democrático magisterial ha tenido, necesitamos hacer una evaluación y una reflexión pero también requerimos empujar una educación de calidad democrática, desde nuestra trinchera magisterial que aplique contenidos, técnicas y métodos contemplados ya en el Proyecto Estatal para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PETEO).

Los padres de familia habían venido siendo importantes aliados de la lucha de la CNTE. Marcharon con nosotros; estuvieron en muchos plantones,  hoy muchos se han alejado y están en desacuerdo porque en buena parte son los principales afectados de las acciones, de las tácticas y estrategias son sus hijos, los alumnos y alumnas, que hay que decirlo, reconocerlo, no están recibiendo educación que requieren conforme a las circunstancias y el momento en que vivimos; padres de familia que rechazan medidas impulsadas por la CNTE, que utiliza y repite de manera casi mecánica desde hace muchos años, acciones que, insisto, debemos de revisar, sin vacilaciones y sin concesiones al poder. Esto debe ser entendido como una forma de renovarse para seguir alcanzando los mejores logros educativos, laborales y profesionales, no sólo para los trabajadores de la educación, sino también para las y los estudiantes, para las y los padres de familia y para la sociedad en general.

Esto es un imperativo de todo movimiento democrático y revolucionario Es preocupante ver que comunidades de Oaxaca ya no están con la lucha democrática magisterial, que a hora se manifiestan en contra, estamos perdiendo lentamente. Es preocupante porque estamos perdiendo un aliado natural y  no como alguien dijo: “es que están manipulados por los medios de comunicación”. No nos cerremos. No sólo es por eso, debemos buscar acciones que logren que las demandas del magisterio sean atendidas y resueltas. Las últimas para lograr tirar la Reforma Educativa no prosperaron, y los del poder, ni las vieron ni las escucharon.

Entonces tenemos que reflexionar  sobre las tácticas y estrategias que no son comprendidas por los ciudadanos. Conviene revisar que es importante trabajar y luchar, porque hay que cumplir en las aulas, encontrar horarios de lucha y establecer acciones que puedan ser entendidas y acompañadas por los padres  de familia y la población.

La vitalidad de este movimiento está en la necesidad de reflexionar, revisar y renovar para avanzar como CNTE, sin renunciar a nuestra lucha, ni vender nuestras conciencias, pero sin dogmatismos. La gran base del magisterio requiere continuidad y combatividad con clara conciencia, por lo tanto en las bases del magisterio  se tiene  la última palabra.

*Diputado federal del PRD por Oaxaca

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