Trump va por ‘motosierra’ para el Departamento de Educación; busca eliminarlo con orden
El mandatario estadunidense ha insistido en la poca eficiencia del sistema educativo público en comparación con la inversión que realiza la sociedad.
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EXCELSIOR
La Casa Blanca, bajo la dirección del presidente Donald Trump, está elaborando una orden ejecutiva que buscaría desmantelar el Departamento de Educación de Estados Unidos, según informaron a NBC News dos fuentes con conocimiento de los planes. Sin embargo, cualquier iniciativa de este tipo requeriría la aprobación del Congreso, lo cual introduce un obstáculo significativo para la administración.
El Departamento de Educación fue establecido en 1979, durante la presidencia de Jimmy Carter, y desde entonces ha sido objeto de críticas en varios sectores.
De acuerdo con un video de campaña publicado en septiembre de 2023, Trump afirmó: “Otra cosa que haré muy temprano en la administración es cerrar el Departamento de Educación en Washington DC y enviar todo el trabajo de educación y educación y necesidades de regreso a los Estados”.
En ese mismo mensaje, el mandatario insistió en la poca eficiencia del sistema educativo público en comparación con la inversión que realiza la sociedad. “En total, la sociedad estadunidense vierte más de un billón de dólares al año en los sistemas de educación pública, pero en lugar de estar en la parte superior de la lista, estamos literalmente justo, adivina qué, en la parte inferior”.
Estas afirmaciones se convirtieron en una de las principales promesas de la plataforma del Partido Republicano el pasado verano y coinciden con la línea de pensamiento promovida por el llamado “Proyecto 2025”.
El Departamento de Educación, por su parte, ha indicado que sus programas atienden anualmente a más de 50 millones de estudiantes en escuelas públicas, además de otorgar becas y préstamos a más de 12 millones de jóvenes en el ámbito postsecundario. Para Becky Pringle, presidenta de la Asociación Nacional de Educación, disolver la agencia federal tendría consecuencias graves.
“Si se hiciera realidad, la toma de poder de Trump robaría recursos para nuestros estudiantes más vulnerables, explotaría las clases, los programas de capacitación laboral, haría que la educación superior sea más costosa y fuera de alcance para las familias de clase media, elimine los servicios de educación especial para los estudiantes con discapacidades, y protecciones de los derechos civiles estudiantiles intestinales.” La dirigente sindical añadió: “Los estadunidenses no votaron y no apoyaron, puso fin a el compromiso del gobierno federal para garantizar oportunidades educativas iguales para cada niño”.
El esfuerzo para eliminar el Departamento de Educación no es nuevo en el Partido Republicano. Desde los años 80, el expresidente Ronald Reagan ya mostraba su interés en desmantelarlo. Más recientemente, los representantes Thomas Massie (Kentucky) y David Rouzer (Carolina del Norte) han presentado proyectos de ley encaminados a su eliminación total. El senador Mike Rounds (Dakota del Sur) hizo una propuesta similar en la pasada legislatura y, según su oficina, podría repetirla en el periodo actual.
No obstante, incluso con el Partido Republicano al frente de la Cámara y el Senado, cualquier proyecto para suprimir el Departamento de Educación se enfrentaría a una votación complicada, ya que se requieren 60 escaños para superar el filibustero. Esa cifra obligaría a los republicanos a conseguir el apoyo de varios demócratas, un escenario que los analistas consideran muy poco probable.
Mientras la Casa Blanca ultima la propuesta, Trump continúa firmando órdenes ejecutivas vinculadas al ámbito educativo. La semana pasada, decretó una medida que instruye al Departamento de Educación a promover la elección escolar, permitiendo a los estados destinar fondos federales a programas de vales o escuelas chárter.
La elección escolar ha sido un pilar republicano en los últimos años, con múltiples estados aumentando la financiación para que familias de bajos ingresos puedan acceder a escuelas privadas o concertadas.
La pretensión de “limpiar” o suprimir el Departamento ha cobrado relevancia como una postura preponderante de la facción más conservadora del Partido Republicano. Figuras como Vivek Ramaswamy o la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley, también han abogado en algún momento por su desmantelamiento. De prosperar, se trataría de la transformación más radical en la estructura educativa nacional desde la creación del propio Departamento de Educación hace más de cuatro décadas.