‘Tren de Aragua’ tiene al menos 90 trabajadoras sexuales extranjeras operando en CdMx

Un experto en criminalística señala que esta agrupación comienza atener conflicto con La Unión Tepito.

MILENIO

El grupo criminal venezolano Tren de Aragua tiene bajo su control al menos a 90 mujeres, originarias de ese país sudamericano, para su explotación sexual en la Ciudad de México.

De acuerdo con investigaciones ministeriales, la banda nacida en las prisiones de Venezuela tiene por ahora su bastión en la Avenida Sullivan, de la colonia San Rafael, pero ya se expandió a otras zonas, como La Merced y Tlalpan.

Además, ha incursionado en servicios ofrecidos en hoteles en las colonias Guerrero, Cuauhtémoc, Juárez y Buenavista.

¿Cómo llegó Tren de Aragua a la CdMx?

Para el académico Luis Izquiel, profesor de criminología de la Universidad Central de Venezuela, no es de extrañar que el Tren de Aragua ya haya llegado a México, pues es una agrupación criminal que va siguiendo la ruta de los migrantes venezolanos.

“Tampoco es de extrañar que una vez llegado a México se dediquen a la trata de personas, a extorsionar o a manejar a las prostitutas, algunas de origen venezolano, otras seguramente nacionales de México y otros países”.

“En algunas oportunidades, en ese manejo delictivo de la prostitución, llegan a torturar, a lesionar o inclusive a asesinar a mujeres que se dedican a la prostitución y se niegan a pagarles sus cuotas de extorsión, ya lo han hecho en el Perú, en Chile y ahora lo están haciendo en México”, comentó.

Casos Susej y Stephanie

Las actividades de esa banda en México fueron ventiladas tras el asesinato en julio del 2024 de dos venezolanas en Topilejo, en la alcaldía Tlalpan, identificadas como Susej y Stephanie.

En diversos cateos los investigadores han localizado documentos e información digital con alrededor de 90 nombres o alias de mujeres.

Las fuentes consultadas indicaron que esos registros apuntan a una red de trata de mujeres en distintas zonas de la Ciudad de México y otras entidades del país, como el Estado de México y destinos turísticos.

“El número (de mujeres) puede ser mayor. Las víctimas son obligadas también a realizar los servicios (prostitución) a través de citas telefónicas en hoteles”, dijo una fuente que conoce del caso y que prefirió guardar el anonimato para evitar represalias.

El grupo criminal pelea esa actividad con otras organizaciones locales, incluso con células ligadas a La Unión Tepito, advirtió el profesor.

En julio se registraron pleitos en Sullivan, presuntamente por parte de trabajadores sexuales al servicio del Tren de Aragua que buscaban hacerse del control de la zona.

Tras esos hechos de violencia, Viviana, una sexo-servidora venezolana que trabajaba en Sullivan, migró sus servicios mediante un call center.

En un recorrido que MILENIO realizó por esa zona, las sexo-servidoras nacionales informaron que las extranjeras sólo se pueden solicitar por teléfono derivado de unas investigaciones de la policía capitalina en ese sector.

—¿Una venezolana, brasileña o argentina?—, se les preguntó.

Incómodas, las trabajadoras respondieron que por ahora están disponibles vía telefónica, en números que atienden sus tratantes, mediante pagos en efectivo o transferencias. Los servicios están abiertos toda la semana con una hora de anticipación.

También ofrecen servicios en 900 pesos en autos y están dispuestas a ser acompañantes a fiestas o cenas con distintas tarifas.

¿Qué hay detrás de Tren de Aragua?

Las investigaciones en torno al Tren de Aragua indican que sus asesinatos son parte del saldo que ha dejado la pelea por el control de la trata de mujeres para la explotación sexual en la zona de Sullivan, según se informó en el programa C4 en Alerta, conducido por el periodista Carlos Jiménez.

Stephanie y Susej eran originarias de Maracaibo, Venezuela. Según los delincuentes, ambas les debían 15 mil dólares y por eso las prostituían.

“Luego de eso, la situación se puso mal, hubo cateos en hoteles cercanos a Sullivan, la (colonia) Guerrero y la Revolución (Tabacalera), también no dejaron que se pusieran extranjeras, principalmente de Venezuela, si quieres una, la pides por teléfono”, dijo una sexo-servidora en el cruce de Sullivan y Manuel María Contreras.

Tren de Aragua se expande por México 

¿Existe Tren de Aragua

Viviana, originaria de Caracas, tiene 26 años y establece los parámetros de su servicio. Pide la fotografía de la llave del hotel para estar segura del alquiler y la ubicación del cliente. Viste zapatillas rojas, pantalón blanco ajustado y una blusa escotada que hacen juego con su calzado. Su cabello es castaño claro y su perfume huele a fresas.

Explica que entre sus paisanas existe temor por los operativos y evita hablar de mafias, los proxenetas y sobre su pasado en la Ciudad de México.

“Llegué bien, hace unos días”, se limita a decir.

En caso de requerir más tiempo de su compañía en otro sitio, afirma que debe informar y mientras no tenga esa autorización es imposible moverse.

—¿Existe el Tren de Aragua?—, se le planteó.

“Yo no sé”, respondió con recelo.

Viviana compartió el sitio web sexo ser en el cual refiere que también está disponible con varias mujeres de su país.

Al entrar a esa página, una decena de venezolanas ofrecen sus servicios: Aythana, Mimi, Sofi, Antara, Kendall, Belén, Dani, Carmen, Valentina y Margret.

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