Tiroteos en EU: entre la doble moral, el negocio de armas y los políticos
EXCELSIOR
Sólo dos días después de haber cumplido 18 años, Salvador Ramos, compró legalmente dos rifles AR-15, mismos con los que se dirigió a la Escuela Primaria Robb, en Uvalde, Texas, y asesinó a 19 menores de 11 años y a dos maestras, lo cual es sólo una muestra de “esa paradoja y doble moral” en Estados Unidos.
Organizaciones civiles estadunidenses, así como expertos, han advertido que aun sin que los jóvenes cumplan la mayoría de edad, que es a los 21 años, es más difícil que compren alcohol que un arma de fuego.
Ejemplo de lo anterior es que en 2019 el Centro Legal Giffords para Prevenir la Violencia con Armas reveló en su estudio La verdad sobre tiroteos escolares que cerca de 1 millón de estudiantes de preparatoria podían comprar de manera legal un rifle AR-15, “arma usada en 6 de 10 los tiroteos masivos más mortales”.
Detalló que sólo en Texas había 144 mil 885 estudiantes de entre 18 y 19 años que podían comprar un arma de fuego en ese estado, mismo en el que ocurrió la masacre en Uvalde, y en el que dos días después de éste, otro joven fue detenido con armas de fuego mientras viajaba rumbo a una escuela.
Este tipo de escenas sangrientas, como la protagonizada por Salvador Ramos, forman parte de una alarmante situación en Estados Unidos, tal como reveló el 31 de diciembre de 2021 el diario The Washington Post.
Y es que de acuerdo con dicho medio informativo, en 2021 se rompió un récord de los tiroteos en escuelas estadunidenses al registrar 42 hechos, el mayor número en las últimas dos décadas.
En análisis del diario desveló además que desde 1999 los tiroteos en escuelas no rebasaban los 20 por año; no obstante, a partir de 2015 incrementaron al pasar de 7 a 13, en 2016; posteriormente a 15 y 30; no obstante, bajaron en 2019 y 2020 a 27 y 9 casos, respectivamente, pero esto coincide con la pandemia por covid-19.
Y aunque la situación en las escuelas de Estados Unidos es un gran problema hoy día, el mismo Centro Legal Giffords ha afirmado que “sólo es la punta del iceberg”, ya que la escuela no es el principal espacio de riesgo para los jóvenes, sino, por ejemplo, sus casas, donde estima que 4.6 millones viven en hogares en los que hay armas cargadas y que mil 800 mueren cada año por violencia doméstica por arma de fuego.
Este panorama de violencia asociado a las armas, a la corta edad de muchas personas que las adquieren por la vía legal, así como a los diversos atentados, es considerado por el maestro en Relaciones Internacionales de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, Erick Fernández Saldaña, como “esa paradoja y doble moral” que suele vivirse en Estados Unidos.
NI EL COVID-19 FRENÓ LA VENTA DE ARMAS
Para el académico, la violencia por armas de fuego en el país vecino deviene de diversos factores que sobrepasan la seguridad pública o personal de la ciudadanía y los cuales, bajo la Segunda Enmienda (1791), “que posibilita la generación de la autodefensa” y que la gente esté armada, han provocado un problema social.
Ya no tiene nada que ver con esto de finales del siglo XVIII sino con una serie de cuestiones económicas que vuelven a relucir cada vez que vivimos situaciones como la que se vivió en Texas, en Nueva York”, comentó en entrevista con Excélsior Digital.
Sostuvo que la problemática de las armas de fuego, su venta indiscriminada y las laxas leyes en varios estados, no se resuelve debido a que se trata de uno de los negocios más lucrativos no sólo para fabricantes y distribuidores, sino también para políticos.
Incluso durante la pandemia por covid-19, la venta de armas ha sido un negocio lucrativo, ya que de acuerdo con la consultora Análisis y Previsión de Armas Pequeñas (SAAF, por sus siglas en inglés) la venta de armas subió de 2019 a 2020 en un 63.9 por ciento, pero en 2021 bajó 12.5 por ciento.
Los datos revelan que los estadunidenses compraron cera de 19.9 millones de armas el año pasado, las cuales equivales a 6 armas por cada 100 personas.
Fernández Saldaña aseguró que este incremento en la venta de armas pese al confinamiento por la crisis sanitaria ejemplifica que “hay otro tipo de intereses”, entre ellos, el que el mismo presidente Joe Biden reconoció el pasado 24 de mayo: el lobby de las armas.
EL DERECHO A DEFENDERSE O EL ANTIPATRIOTISMO
Sólo 80 años después de la instauración de la Segunda Enmienda, nació en Nueva York uno de los lobbys (grupos de presión) más importantes pro armas: la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés).
Es este grupo, junto con algunos otros, es un promotor y defensor de la portación de armas de fuego y por ende, de la Segunda Enmienda, bajo la premisa del patriotismo, por lo que juegan un papel importante en política.
En una sociedad como la estadunidense, el peso político de este tipo de organizaciones ultraconservadoras —que bajo el apoyo o el discurso de los derechos individuales y la necesidad de la seguridad personal y familiar— rebasa el campo estrictamente de ser un grupo de presión, es verdaderamente un grupo de interés político, no sólo una asociación que ‘busca el bien’ de la sociedad como tal, sino que tiene interés más amplio de incidir sobre la política en Estados Unidos”, dijo Fernández Saldaña.
Agregó que a pesar de que lo establecido en la constitución de Estados Unidos está planteado para otro contexto; es decir, a condiciones distintas a las de los siglos XX y XXI, estas organizaciones se envuelven en la defensa de éstas debido al negocio que representan las armas.
Explicó que estos discursos son “comprados” por sectores sociales que “los cree y los potencia” para así poseer armas bajo el argumento de que son para su legítima defensa, aunque esto no siempre sea así.
“Es el mejor argumento (la Segunda Enmienda) para sostener que los individuos tienen derecho a armarse, porque es un negocio.
“Al final, uno supondría que al estar tan armados no se tendrían situaciones como las que se han vivido, pero resulta que esto va a in crescendo y se mantienen este tipo de situaciones un tanto, por decir lo menos, lacerantes, y preocupantes, pero que están presentes, porque es un discurso que ha permeado, yo creo, en la sociedad estadunidense y allí están los resultados”, comentó el académico de la Ibero.
EL PODER DEL RIFLE Y SU DINERO… EN BOLSILLOS DE POLÍTICOS
A pesar de que hasta abril de 2021 cerca del 53 por ciento de la población estadunidense consideró que las políticas para el control de armas deben más estrictas, de acuerdo el estudio del Centro de Investigación Pew, la idea, en ese momento, sólo era apoyada por el 81 por ciento de los demócratas e independientes, y sólo por el 20 por ciento de los republicanos.
Fernández Saldaña explicó que debido al negocio que significan las armas en el país vecino, los políticos republicanos e incluso algunos demócratas, se oponían a reformar leyes, como la HR8.
Y es que los lobbys de las armas tiene gran influencia en la política que muchos personajes que están inmersos en ésta reciben recursos para sus campañas, por ejemplo, de la NRA.
La NRA se acerca con candidatos y políticos en acción que tienen una ideología cercana a ella, por ejemplo, no sólo Ted Cruz, pues si se revisan los archivos de Comité de Acción Política en Estados Unidos, que son los encargados de financiar las campañas políticas, basta con ver quiénes han sido beneficiados por organizaciones como ésta”, dijo.
Prueba de lo anterior, es que la organización Secretos Abiertos ha informado que entre 1989 y 2022, las organizaciones en pro de los derechos a la portación de armas han destinado más de 50.5 millones de dólares a candidatos federales, partidos y diversos grupos externos.
Incluso, uno de los beneficiados por estos recursos fue el ex presidente Donald Trump, quien sólo en las elecciones federales de 2020 recibió 29.1 millones de dólares por parte de la NRA.
Además, dicha organización reveló una lista de 20 integrantes del Congreso estadunidense, que abarcan de 1989 al 2022, y quienes han recibido grandes sumas de dinero para la defensa de los derechos para portar armas, entre los que figuran los republicanos Ted Cruz, Ron Johnson, Mitch McConnell, Steve Scalise, Lindsey Graham, entre otros.
Para el académico de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, esta situación ha provocado que ante hechos como los ocurridos en Uvalde, Texas, o en Buffalo, en Nueva York, haya siempre un doble discurso ante las protestas de una parte de la sociedad contra las armas.
“Cada vez que sucede una masacre, un tiroteo, una situación como las que hemos vivido recientemente, pues sí, todos los medios y los políticos ponen este acento, pero a la hora de decidir vemos que se deja al sueño de los justos, o de los injustos, para que no pasen este tipo de legislaciones, esto a nivel federal, pues a nivel estatal hay varios estados que tienen legislaciones muy laxas en términos de la compra de armas”, comentó.
Ejemplificó lo anterior con el doble discurso del gobernador de Texas, Greg Abbott, quien, por un lado, estaba “rasgándose las vestiduras” por la masacre en la primaria Robb, pero siempre ha abogado por las armas, pues participó con un videomensaje en la reunión de la NRA, la cual se llevó a cabo este fin de semana.
Así, mientras personas de origen latino, así como afroamericanos, son asesinados bajo discursos de odio cobijados por la Segunda Enmienda, hay quienes buscan, a toda costa, proteger su derecho al portar armas, aun cuando éstas estén al alcance de los menores de edad, como Salvador Ramos, quien fue abatido tras asesinar a 19 niños y dos maestras.