Teatro, tiliches, tambaches y cachivaches; un mundo de ensueño

EXCELSIOR

Mañana se estrena un show con temas poco conocidos de Cri Cri que, tras su presentación hace unos años, fue mejorado para conectar con las nuevas generaciones

CIUDAD DE MÉXICO.

Durante más de 80 años no ha habido un niño mexicano que no crezca con la música de Francisco Gabilondo Soler, mejor conocido como Cri Cri, el genio musical que ha estimulado la imaginación a través de
su legado musical.

Y con esa idea en mente, es que su hija Andrea Gabilondo retoma sus mejores temas para volver a presentar el espectáculo Tiliches, Tambaches y Cachivaches, con el cual busca de nueva cuenta estimular la imaginación de los pequeños
del hogar.

Si bien este show se había presentado hace unos años, la directora y la productora Rosy Pérez asegura que viene renovado, ya que cambiaron la escenografía y redujeron el tiempo a una hora y 15 minutos.

El espectáculo está muy cambiado. Tuvimos un problema de logística cuando lo estrenamos, problemas técnicos y en el estreno fue cuando vimos todo junto y nos dimos cuenta que le faltaba ritmo, estaba muy largo, entre otras cosas. Esta versión es muy ágil, aprendimos de nuestros errores.

Es una obra pequeña de una hora y 15 minutos de duración y el popurrí al final. Ya lo montamos en Bellas Artes, pasó por un proceso de correcciones. Creo que la obra está lista, yo estoy contenta con el resultado”, explicó Andrea en entrevista durante uno de los ensayos.

Esta puesta en escena estará en cartelera a partir de mañana durante los domingos de mayo y junio, con funciones al mediodía. Y si bien se realizaron algunos cambios, las canciones que originalmente seleccionó Gabilondo y que no son las más populares,
seguirán presentes.

Sigo con la idea de mantener las mejores canciones, porque eran sus favoritas. Sé que son menos conocidas y por eso hacemos el popurrí al final, porque ahí vienen las populares. Le quise dar la vuelta porque cuando estaba escogiendo la música, me di cuenta que había muchas canciones hermosas como El fantasma, que era de sus favoritas.

Así que decidí que era mejor hacerlo de ese modo. Tengo claro que cuando vamos a un concierto, queremos escuchar los éxitos, pero no descubres otro material si no te lo ponen. Es un riesgo, pero quería presentar otras
canciones”, finalizó.

 

ÁGIL. Tiliches, Tambaches y Cachivaches fue recortado a una hora y 15 minutos para un mejor disfrute del espectador. Foto: Quetzalli González

 

 

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