Sábado sangriento en Oaxaca; muere poblano en la Casa del Mezcal
Sábado 27 julio 2013
Oaxaca, Oax.-
A las 3.30 de la mañana de este sábado, cuatro sujetos ingresaron a la cantina denominada “La casa del Mezcal” ubicada a una cuadra del zócalo capitalino, y al no obtener servicio discutieron con el personal encargado; y cuando la discusión subió de tono desenfundaron sus armas de fuego contra los encargados del establecimiento y clientes que se encontraban en el lugar.
Marcelino López, de 28 años de edad y encargado de la barra recibió un disparo en la cabeza, mientras Rogelio Guzmán Viloria de 38 años de edad y originario del estado de Puebla, recibió un impacto en el pecho.
Al ver la magnitud de los hechos, los delincuentes huyeron a bordo de un automóvil Tsuru blanco con placas del Estado de México.
De Inmediato arribó la Policía Estatal, de Investigaciones y Municipal, así como paramédicos de diversas corporaciones que atendieron a los lesionados y a clientes que sufrieron lesiones menores
Marcelino López se reporta grave, mientras que Rogelio Guzmán Viloria, con domicilio en la calle Olín, casa 161-A, manzana 2 interior, lote 10, del fraccionamiento Bello Horizonte, San Andrés Cholula Puebla, murió esta madrugada.
Las corporaciones Municipal y Estatal mediante un operativo lograron la captura de los agresores, que viajaban en un Tsuru blanco por Riveras del Río Atoyac, porque tras la persecución lograron el aseguramiento del vehículo y sus tripulantes.
Los detenidos son: Luis Ángel García Sarmiento, de 36 años de edad; Rafael Martínez González, de 33; Julián García Benítez; y José Luis Benítez, de 19 años de edad.
Más agresiones
Dos jóvenes motociclistas fueron ejecutados hoy sábado por hombres desconocidos en la gasolinera “Limón” que se ubica sobre la carretera estatal Tuxtepec-Loma Bonita, reportó la policía e indicó que varios sujetos armados a bordo de un auto, se acercaron a los dos motociclistas y sin mediar palabra les dispararon a quemarropa con armas calibre 9 milímetros.
Los motociclistas cayeron muertos al instante sobre el pavimento, y los ejecutores tras cometer el crimen revisaron las ropas de los occisos y se robaron sus teléfonos celulares. Acto seguido, emprendieron la huida con rumbo desconocido. Los jóvenes ejecutados permanecen en calidad de desconocidos
