Rousseff se organiza tras protestas masivas en su contra
Río de Janeiro, Brasil.- La asediada presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, convocó el lunes a sus asesores más cercanos y líderes legislativos, un día después de que millones de manifestantes en todo el país salieran a las calles a exigir su salida.
Luego de que unos tres millones de personas participaron en más de 100 marchas en todo el país, los principales diarios locales dijeron que las protestas del domingo fueron las más grandes en la historia de Brasil y coincidieron en que esto complicará más la difícil situación de Rousseff.
La mandataria lucha contra un posible juicio político en el Congreso en medio de la peor recesión en décadas y una extensa investigación por corrupción que se ha centrado en figuras clave de su Partido de los Trabajadores.
La reunión del lunes en el palacio presidencial de Planalto fue vista como un intento de planear un camino para avanzar y asegurar apoyo en el Congreso que será necesario para frenar un juicio.
Se espera que en algún momento de la semana, el líder de la cámara baja Eduardo Cunha, enemigo de Rousseff, forme una comisión para comenzar el procedimiento judicial a la mandataria.
Las protestas del domingo agravaron la ya difícil situación de Rousseff, que además de la campaña de impugnación afronta una creciente investigación de fiscales federales sobre corrupción en la gigante petrolera estatal Petrobras, una pesquisa que se ha acercado a su círculo más cercano en las últimas semanas.
La multitud, vestida de los tonos amarillo y verde de la bandera brasileña, mostraba carteles como “Fuera Partido de los Trabajadores”, pero los manifestantes dejaron claro que su malestar iba más allá de Rousseff y su partido, señalando que la investigación sobre corrupción en Petrobras ha comprometido a toda la clase política.
El escándalo de Petrobras ha alcanzado a miembros clave del partido de Rousseff, incluido Lula, así como a miembros de partidos de oposición.
La tensión política en Brasil repuntó este mes cuando Lula fue detenido brevemente para declarar dentro de las investigaciones sobre Petrobras. Partidarios y detractores del expresidente se enfrentaron ante su apartamento en la zona de Sao Paulo.
El miércoles hubo otro momento de tensión cuando Lula fue acusado de lavado de dinero en otro caso distinto.