Rosa Isela fue secuestrada para extraerle a su bebé por cesárea; la joven es hallada muerta

Rosa Isela se reunió con Verónica “N”, quien le ofreció regalarle ropa para su futura hija; sin embargo, ella y su pareja la privaron de su libertad para extraerle a la criatura con una navaja, lo que provocó la muerte de la joven

MILENIO

En un ataúd blanco, embalado con plástico, es velada la joven Rosa Isela Castro de 20 años, quien el pasado 30 de noviembre fue privada de la libertad por una pareja que ofreció regalarle ropa para la bebé que esperaba.

La joven fue hallada muerta en un río que cruza un rancho abandonado en la comunidad de Paso de los Arrieros, Medellín de Bravo, el pasado sábado.

La bebé que le sacaron mediante una “cesárea” forzada, rústica, que le costó la vida, se encuentra bajo resguardo del DIF municipal en el hospital infantil de Veracruz, adonde la llevaron los presuntos feminicidas detenidos, Verónica y Gonzalo “N”.

Ayer, colectivos feministas y organizaciones integrantes de la Red de Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas demandaron justicia para la joven.

De acuerdo con familiares de la chica, en la carpeta de investigación que conocen del caso, a las 10 de la mañana del 30 de noviembre, Rosa Isela se va con Verónica “N”, quien la enganchó por Facebook ofreciéndole regalarle ropa para su bebé y venderle otros artículos más a bajo precio; suben en un taxi frente a una farmacia ubicada en Las Bajadas, a orillas de la carretera federal Veracruz-Xalapa.

De allí regresan en el mismo taxi a su casa y vuelve a salir vestida con otra ropa a las 12 del día. Ese 30 de noviembre, en una casa en la comunidad de Tejería, Medellín de Bravo, le hacen “cesárea” con una navaja.

Para ello la someten y sientan en una silla, la amarran de pies y manos y le ponen cinta en la boca para que no grite.

Le sacan a la bebé y Rosa Isela muere, para después ser lanzada a un río, el cual la arrastra hasta el rancho donde sacaron el cuerpo, ubicado a orillas de la autopista Veracruz-Córdoba.

Después de eso, Verónica “N” se embarra de sangre y toma restos de la placenta, llama a una ambulancia que la lleva al hospital infantil con la recién nacida, donde dice que parió en su casa.

En esa primera ocasión no la revisan a ella, solo checan a la bebé y hasta le dan su pulserita de recién nacida, refiere su familiar.

El viernes 2 de diciembre vuelven al hospital con la bebé, y cuando le piden documentos que amparen que es la madre, ella finge sentirse mal, por lo que la revisa un ginecólogo que corrobora que no ha parido recientemente.

Verónica “N” es madre de tres niñas, de acuerdo con fotos en su perfil de Facebook. Quería un bebé supuestamente para que su actual pareja no la abandonara.

El taxista refiere que recibió mil pesos de pago por los servicios que le brindó.

En el hospital infantil por fin reportan en la fiscalía la sospecha de que la bebé no era de Verónica “N”, porque ya el escándalo de la desaparición era mayor.

La bebé no la recupera la fiscalía del estado, sino que la pareja la lleva al hospital porque al ser sacada del vientre de su madre en forma brutal, estaba mal de salud.

En el hospital infantil no verificaron desde la primera vez que la mujer realmente había parido a la bebé que llevó.

Rosa Isela es velada en casa de su hermana mayor y hoy será sepultada en una comunidad de Paso de Ovejas, de donde son originarios. La familia de la víctima demanda justicia y castigo a todos los involucrados.

Durante el velorio, personal de la fiscalía acudió para hablar con el marido de la chica, el mismo sube a la camioneta de la FGE y no se va esposado. Pareciera una simple diligencia.

Colectivos  feministas y defensoras de los derechos humanos exigieron frenar las desapariciones de mujeres (que ya son más de 500 en lo que va del año) y acabar con los feminicidios.

También decretar la tercera alerta de género por desaparición en Veracruz, que está parada en la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim).

Ya en Veracruz se había determinado la tercera alerta de género por desaparición, pero el gobierno estatal la rechazó hace dos años, argumentando que la misma se cubría con la primera alerta por feminicidio.

Los colectivos se inconformaron, la Conavim lo revisó y, debido a los cambios que se han dado en la dependencia, no han entregado la resolución.

En Veracruz se tienen ya dos alertas de género, una por feminicidio y la otra por agravio comparado; la tercera solicitada es por desaparición.

La entidad se ubica en el tercer lugar nacional en feminicidios, con más de 80 casos en lo que va del año. Se registran además seis casos de 2018 a la fecha similares al de Rosa Isela Castro.

Un caso más

Una mujer con aproximadamente cuatro meses de embarazo fue asesinada por su esposo en una comunidad de la zona serrana de Querétaro, Landa de Matamoros, hecho por el que se encuentra detenido dentro de un hospital.

La mujer de 26 años fue encontrada gravemente herida por sus familiares y llevada al Hospital General de Jalpan de Serra, de donde fue trasladada al Hospital del Niño y la Mujer en la capital de Querétaro; allí perdió la vida.

El colectivo Adax Digitales lamentó que este año tan solo en ese municipio se presentaran las muertes de tres mujeres de formas violentas.

La fiscalía informó que se inició una carpeta de investigación con perspectiva de género y que, una vez que el presunto agresor sea dado de alta, será presentado ante la autoridad judicial.

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