Dos historias de la pepena

pepenadoresPor Horacio Corro Espinosa

En la ciudad de Oaxaca se produce una cantidad impresionante de basura que va de 500 a 600 toneladas diarias. Se calcula que cada persona genera por día 852 gramos. Desafortunadamente, toda esta cantidad de basura llega a tiraderos de cielo abierto, lo que ocasiona disminución en la calidad de vida por contaminación del agua, aire y suelo, además de los imprevistos, como pueden ser los incendios.

Hay mucha gente que no lo sabe, pero de la basura, de la pepena viven muchas familias, las que incluso llegan a comer de lo que recogen en los tiraderos. Esta gente clasifica lo que encuentra para venderlo, y de esto, lleva el gasto a sus hogares. Estos son los pepenadores, los que viven en la basura y viven de ella.

Este sector de la sociedad se encuentra completamente desprotegido y marginado. La basura en sí, es un negocio muy lucrativo, ya que se conforma de todos los desechos de la sociedad para ser revendidos y se obtienen muchas ganancias. Es por ello que, históricamente, se ha convertido en una mafia, pues con el tiempo se han formado líderes o caciques, que puedan abusar de gran parte de este sector desprotegido mediante diversas técnicas de manipulación.

Algunos pepenadores logran avanzar un poco mediante luchas de poder para obtener más ganancias económicas y así aprovecharse de otros pepenadores. Es así como comienzan las historias, las mafias de la basura.

Ahora les voy a contar dos historias: la primera es que ayer, uno de estos hombres, salió de su tiradero habitual para buscar otros aires, otros negocios con la basura porque donde estaba no le permitían crecer. Este pepenador, después de dar vueltas y vueltas, decidido ubicarse en los límites de los municipios de Oaxaca y Xoxocotlán. Ahí decidió hacer su nuevo imperio. Mientras caminaba para reconocer el lugar, iba como Caperucita Roja, es decir, iba cortando flores por el camino, o mejor dicho, recogiendo latas de aluminio, botellas de pet, metía la mano en los botes para descubrir su contenido y, lo que le podía dejarle dinero, lo echaba a su bolsa. Pero este hombre nunca se imaginó que en su camino, iba a encontrar unas boletas electorales semiquemadas y con el voto emitido a favor de la Alianza PAN-PRD-PT, de los comicios de este domingo.

Este politizado pepenador, sacó de su bolsa su celular y se comunicó con las autoridades de seguridad e inmediatamente llegaron los policías municipales de la ciudad de Oaxaca quienes acordonaron la zona para resguardar las boletas casi destruidas.

Segunda historia

Ayer, un grupo de personas caminaban tristes y decepcionadas de la vida política por el parque del amor. Unas a otras se decían que ya no tenían ninguna esperanza en el futuro, pues su candidato no había podido llegar al poder. Estaban tan decepcionadas estas personas, que comenzaron a colgarse del puente Cuarto centenario como para terminar sus vidas. Ellas habían sido parte del equipo de comunicación social del candidato del PAN, Francisco Reyes.

Las columpiadas que se daban las decepcionadas personas, eran con la intención de perder el equilibrio, y mientras lo hacían, vieron que en el fondo había una cubeta con boletas electorales quemadas en una de sus esquinas. Eso les hizo perder el deseo del suicidio. Bajaron a investigar y vieron que la cubeta contenía lo que habían visto arriba. Inmediatamente estas personas se pusieron en contacto con todos los medios de comunicación para que fueran a certificar el hecho.

¿Cuál de las dos historias crees que es la verídica? El día en que sepamos la realidad de cómo y quien encontró las boletas, tendremos en la mano otra historieta, si es que la llegamos a saber, digo.

Twitter:@horaciocorro

horaciocorro@yahoo.com.mx

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