Reclutamiento forzado y nuevo método de desaparición: las claves detrás del campo de adiestramiento del CJNG en Teuchitlán

La herida que las desapariciones forzadas han dejado en México volvió avivarse. La sociedad mexicana está conmocionada ante el hallazgo de tres crematorios clandestinos ubicados en el Rancho Izaguirre, en el municipio de Teuchitlán, Jalisco.

En aquel predio, localizado a 57.9 kilómetros del centro de Guadalajara, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco no sólo encontró restos humanos óseos sino también alrededor de 400 prendas e indumentaria entre los que destacan ropa, calzado, maletas, mochilas, fotografías, cartas, y muchos otros artículos más.

A través de una transmisión en vivo de Facebook, la tarde del miércoles 5 de marzo las y los activistas narraron que fue a través de una llamada anónima que se les indicó que en dicho sitio podrían encontrar respuestas a la incertidumbre y martirio que motiva su causa y la de miles de personas más que buscan a algún familiar desaparecido en México.

Los hallazgos en el Rancho Izaguirre se convirtieron en una arista más del problema que representa la crisis de desapariciones en México, pero también puso en la mira a la delincuencia organizada que, en ocasiones, suele ser el detonante de los casos.

Jalisco, bastión del CJNG y de desaparecidos

Además del libro “El Arte de la Guerra” y una libreta que contenía los posibles alias de 150 personas, en el cúmulo de objetos que el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco localizó se ubicaron 96 casquillos de distintos calibres y tres cargadores, además de una gorra que tenía bordado a un costado las siglas CJNG, además del apodo “El DUNBO” y el número 090.

Dichos detalles hacen referencia al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) el cual, de acuerdo con un reporte del Gabinete de Seguridad difundido en septiembre de 2024, se consolida como la organización criminal de mayor presencia en el estado.

La dupla criminal que las familias Oseguera y Valencia conformaron hicieron de Jalisco su bastión y lo catapultaron a los primeros peldaños del listado de estados que acumulan el mayor número de casos de desaparición forzada en el país, según da cuenta el el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDH).

“Los cinco estados que tienen el mayor número de casos de personas desaparecidas siguen siendo en 2024 Jalisco, Tamaulipas, Estado de México, Veracruz y Nuevo León […] 48% de personas desaparecidas del país se concentrar en estos cinco estados“, se lee en un informe de Red Lupa, el mecanismo digital del IMDH que da seguimiento y vigilancia a la Ley General en materia de desaparición forzada de personas y desaparición cometida por particulares.

La posición que el estado tapatío ha alcanzado en la incidencia de este delito se percibe en hallazgos como el del Rancho Izaguirre en donde, incluso, la fiscalía estatal informó que se trataba de un método de desaparición forzada que no había sido utilizada por ningún otro grupo criminal.

A través de un comunicado, la FGE detalló que los restos óseos localizados por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco no sólo estaban calcinados sino que también fueron ocultados bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra.

Pese a que la calcinación de restos humanos dificulta por sí misma la identificación de las víctimas, el agravante de haberlos escondido con dolo confirma que el objetivo no era solo asesinarlos sino, más bien, desaparecerlos.

Centro de adiestramiento y reclutamiento forzado

Aunque fue gracias a la intervención del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco que se exhibió el horror de lo que guardaban las paredes y hectáreas del Rancho Izaguirre, el predio ya se encontraba en la mira de autoridades estatales desde tiempo atrás.

En septiembre de 2024, derivado de un enfrentamiento entre civiles armados y agentes federales, se logró la detención de diez personas y el rescate de otras tres que estaban privadas de la libertad. En enero de 2025, personal de la Fiscalía General de la República (FGR), de la Secretaría de la Defensa y la Guardia Nacional descubrieron en dicho sitio un centro clandestino de adiestramiento vinculado al crimen organizado.

El saldo de esa segunda diligencia fue la detención de 38 personas con arma de fuego y cartuchos de diversos calibres, no obstante, 36 de los arrestados fueron liberados tras confirmarse que eran víctimas de reclutamiento forzado.

Hasta el momento en el que se escribe esta nota, ninguna autoridad estatal o federal ha informado sobre la identidad de los restos localizados en el predio por el colectivo de búsqueda el pasado 5 de marzo. Empero, el precedente de la segunda intervención en el predio y los indicios exhibidos por los activistas se ajustan con métodos documentados que el CJNG utiliza para reclutar miembros en sus filas.

De acuerdo con una investigación que el periodista especializado en crimen organizado, Óscar Balderas, realizó para DOMINGA, la organización criminal suele atraer a nuevos miembros a través de tentativas ofertas de empleo que, además de una contratación inmediata, prometen salarios altos.

Las personas no se dan cuenta que están cayendo en una trampa del crimen organizado hasta que asisten a las entrevistas, entonces no hay vuelta atrás. Casos como el del call center de Zapopan en 2023 dan cuenta de cómo el CJNG en Jalisco recluta forzosamente a gente para sus distintos intereses criminales de modo que, incluso, han establecido escuadrones específicos para dicha tarea.

Un reporte de la Defensa consultado por Óscar Balderas para MILENIO da cuenta de que en los últimos años la organización criminal que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, se ha especializado en realizar privaciones ilegales de la libertad a través de, al menos, cinco escuadrones que operan en distintos puntos de Jalisco: Los Delta (Guadalajara) , Los 15 (Región Sur), Los 2000 (Región Norte) , Los RI o Reacción Inmediata (Región Altos) y el Grupo Élite (frontera con Michoacán).

Aunque son diversos los motivos por los cuales privan ilegalmente a alguien de la libertad, lo cierto es que el CJNG utiliza grupos de entre 10 y hasta 30 sicarios para reclutar a personas que puedan servirles ya sea para tareas como las estafas en call centers o como carne de cañón en disputas armadas que sostienen con grupos rivales fuera de Jalisco.

Las maletas, ropa y artículos personales como desodorantes o llaveros localizados por Guerreros Buscadores de Jalisco en el Rancho Izaguirre pueden guardar historias de personas que pudieron haber caído en una oferta falsa de trabajo o que fueron privadas de la libertad ilegalmente por algún escuadrón del crimen organizado.

Aunque se analiza que el caso lo atraiga la FGR, mientras autoridades de los tres niveles coordinan diligencias, ante los ojos de México el hallazgo se ha convertido en un detonante de indignación que, nuevamente, vivifica el dolor que dejan las desapariciones forzadas a miles de familias en el país.