En total abandono parque Húzares
Ayline Ramírez
El parque Húzares que se encuentra a un costado del Jardín Morelos, luce en total abandono por parte de las autoridades municipales quienes no le dan mantenimiento ni recogen la basura que se acumula en el lugar.
El parque recién rehabilitado que se localiza en la esquina que conforman la Calzada Francisco I. Madero y la calle Húzares, en el Centro Histórico de la ciudad, luce lleno de basura, no cuenta con un recolector de basura fijo, solo una bolsa es utilizada para que los peatones puedan depositar sus desechos.
El Parque Infantil Húzares que tiene 340 metros cuadrados parte de la necesidad de mejorar los espacios dedicados a las familias de la ciudad, aprovechando las características geográficas propias de cada lugar para detonar su potencial social.
La finalidad es generar puntos de encuentro saludables dentro del entorno urbano, sin embargó esta prioridad no la cumple ya que no existe nadie que la vigile, la ausencia de los elementos de seguridad es palpable.
A pesar de que el parque está pensado para recibir el menor mantenimiento posible como ejemplo se puede mencionar la iluminación, que está garantizada mediante el uso de luminarias alimentadas con paneles solares, las autoridades la olvidan.
El espacio fue rediseñado para contar con áreas aptas para diversos usuarios, el nuevo parque tiene juegos para niños de entre tres y cinco años y para niños mayores de cinco años, así como lugares de consumo, un área arbolada que proporciona sombra y un estacionamiento para bicicletas y triciclos, pero de no ser atendida y cuidada por las autoridades municipales esta se deteriorara.
El Parque Infantil Húzares pretende ofrecer un modelo de intervención en parques infantiles en contextos urbanos y peri-urbanos aplicables a toda la ciudad.
Los vecinos del parque afirman que esta obra fue inaugurada y las autoridades se dieron cita pero posteriormente ninguna autoridad auxiliar ha acudido al lugar para verificar las condiciones en las que se encuentra.
Los colonos, exhortan a las autoridades a que constantemente le dan “su manita de gato” a este espacio recreativo a fin de que luzca al máximo.
