Pareja gay consigue ser la primera en NL en registrar a su hija por gestación subrogada

Después de enfrentar rechazos por parte del Registro Civil del Estado, una pareja joven de la comunidad homoparental de Monterrey logró un hito importante al convertirse en la primera familia gay en registrar legalmente a su hija de ocho meses, utilizando el método de gestación subrogada. Este proceso involucra un contrato en el que una mujer acepta llevar a término el embarazo en nombre de una persona o pareja que tiene el deseo de convertirse en padres. El logro fue posible gracias a la valiosa asesoría de mujeres con experiencia en este ámbito.

Entrevistados por la plataforma MILENIO-Multimedios, Aarón Nava y José Reyes, padres de María Paula, explicaron que la pequeña nació gracias a la fecundación in vitro que accedió la cuñada de Reyes hace un año y se registró con ayuda de la Notaría 127 en la Oficialía del Registro Civil 4, de Monterrey.

Reyes, oriundo de Cancún, detalló que fue un acuerdo con su cuñada pero que, conforme al Cuarto Tribunal Colegido en Materia Civil del Primer Circuito, se logró el registro de su hija mediante un contrato con Nava, la persona gestante y el esposo de ésta ante la Notaría Pública.

“Tuvimos a María Paula por mi cuñada, ya teníamos a las gemelitas y nos propusimos una tercera y llegó María Paula, ya estaba planeada. Nosotros como sus padres queríamos que tuviera su acta de nacimiento, de acuerdo a la realidad en la que vive, y para que tenga sus derechos, como cualquier niña.

“Tuvimos que enfrentarnos con problemáticas, porque esto no existe en la legislación actual, no hay una familia homoparental que haya podido registrar en este estado, hemos querido otro niño, pero más adelante, se va a platicar”, dijo Reyes.

El padre de la infante explicó que la subrogación consiste en un contrato donde la persona gestante autoriza que el padre se quede con el bebé, pero manifestó que si no se acercan con legisladores u organizaciones habrían pagado más de 600 mil pesos por esto.

“Muchos buscan tener una familia y por el simple hecho de ser homosexual dicen que hasta aquí. Creen que ya no hay más futuro para las familias como el tener hijos y bueno esta es la opción para tener hijos, todo depende de la mente de las personas, sí se puede”, refirió.

Nava, por su parte, dijo que las gemelas, María Fernanda Nava y María José Nava, nacieron a través de fecundación in vitro porque su prima prestó el vientre y lograron que nacieran.

“Fuimos a registrar a María Paula, tiene ocho meses y estábamos en espera de poderla registrar. No sabíamos cómo, estamos felices de la vida porque lo logramos, no hubo amparos, ni problemas, pero sí nos daban negativas porque no había ningún caso en Nuevo León.

“Por ser el primero, no había protocolos, legislación y nada, pero ya luego el Registro Civil, la diputada Jessica Martínez en el Congreso, de la mano de Nadia Garza, nuestra abogada, nos ayudó. Nos estuvieron marcando todas las maneras posibles”, señaló.

Ahora, gracias a este precedente, las familias homoparentales podrán hacerlo, pues el tema consta en rentar un vientre con una mujer que está dispuesta a hacerlo por fecundación in vitro.

Nadia Garza, abogada de la pareja, dijo que el tema no está legislado, pero tampoco está prohibido hacer esto en Nuevo León.

“Fue un lío conseguir notario que lo hiciera, tuvimos que elaborar un contrato, acudimos a ratificar las firmas de las cuatro personas, que fueron Jesús, Aarón, la mujer gestante y su esposo”, señaló.

Jennifer Aguayo, de Movimiento por la Igualdad, agradeció a la pareja por atreverse y subrayó que desde 2014 han estado en esta lucha por los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+.

“Nosotros ayudamos a registrar por primera vez a una menor nacida y el registro lo hicimos con dos papás, desde 2014 lo hemos hecho, pero solo se había logrado con dos mamás, esta es la primera ocasión que logramos en Nuevo León hacer un registro con dos papás”, concluyó.

Un documento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación detalla que la gestación subrogada es un tema que rompe con la manera tradicional en la que han aprendido el derecho civil y el derecho familiar.