Porfirismo: la violencia del orden y el progreso

Milenio

Las imágenes de los criminales ajusticiados buscaban dar un mensaje a los opositores al régimen y a quienes se salían de las premisas de la obediencia.

México.-A raíz de la guerra contra el narcotráfico, el tema de la violencia atrajo el interés del historiador David Fajardo. Las imágenes de asesinados, colgados y otros testimonios gráficos en la prensa lo llevaron a preguntarse desde cuándo surgió esta cultura de la violencia visual.

Advirtió que estas prácticas no son recientes, sino que se remontaban a muchos años atrás. “En realidad se trata de una historia de más de cien años”, dice el autor de Bandidos, miserables, facinerosos (Conaculta/Centro de la Imagen, 2016), libro que, como escribe Jesse Lerner en el prólogo, “ofrece una valiosa contribución a la cada vez más extensa bibliografía sobre el crimen durante el porfiriato”.

Ganador del Premio Nacional de Ensayo sobre Fotografía 2014 con este trabajo, Fajardo presenta un panorama del tratamiento que el régimen porfirista le dio a las imágenes oficialistas del castigo que sufrían bandoleros, criminales y hasta disidentes del régimen. Aborda casos célebres como los de Heraclio Bernal, el Rayo de Sinaloa y Jesús Negrete, el Tigre de Santa Julia.

Investigó sobre los bandoleros más conocidos de la época —algunos de los cuales se volverían símbolo de opositores al régimen—, por ser personajes con mucha resonancia en la sociedad, agrega. “Se trata de casos emblemáticos donde la imagen toma un papel fundamental, lejos de narrar la cuestión por medio de la prensa. La imagen cumple una función distinta, que es contar una historia. Tomé los casos más sonados en las postrimerías del régimen de Porfirio Díaz, pero evidentemente hay otras imágenes que también pueden ser trabajadas”.

David Fajardo investigó principalmente en el Archivo Casasola. Primero rastreó las imágenes y luego hizo una búsqueda en la hemeroteca para “averiguar qué tipo de circulación tenían estas imágenes, si se publicaban en la prensa —que era lo que me importaba. Algunas otras fotografías, como las de Enrique Chávez, las encontré en el Archivo de Porfirio Díaz de la Universidad Iberoamericana”.

Éstas son postales del cadáver de Chávez, que sus propios autores enviaron a Díaz, según indica el investigador: “Se ve el cadáver del bandido y todos los rituales del castigo que se masifican por medio de la fotografía. Que se comerciara con postales nos habla de una cultura en torno a la violencia y que ciertas prácticas se han retomado en la actualidad”.

AMARILLISMO

Fajardo comenta que la utilización de estas fotografías en la prensa, donde se ve a los criminales o disidentes muertos y en algunos casos a punto de ser fusilados, tiene que ver con intentos del régimen porfirista de “dar un mensaje a sus opositores o a aquellos que se salían de una de las premisas del régimen porfirista, que eran el orden y el progreso”.

El historiador agrega que “la historia muestra que hay ciertas circunstancias que determinan el uso de una fotografía con un mensaje en particular. Aunque lo interesante es que las imágenes tienen muchos significados, y depende de la lectura que haga de ellas el individuo desde su circunstancia. Las imágenes bien pudieran haber sido usadas para amedrentar a los bandidos o a quienes estaban en contra del régimen, pero también podían lograr el efecto contrario: incentivarlos a que se rebelaran contra el régimen porque lo caracterizaban como una tiranía, como un régimen opresor”.

“Cadáveres”, “Fusilamientos” y “Ejecutados” son las categorías en las que Fajardo buscó material para su investigación en el Archivo Casasola. Le llamó la atención que existen muchas imágenes, lo que le permitió sustentar su tema. “Pero desde el punto de vista del lado humano es terrible que haya tanto material de ese tipo y, peor aún, que se siga produciendo en grandes cantidades”.

Las fotografías causan repulsión, dice Fajardo: “La prensa amarillista muestra una serie de imágenes con cargas de violencia más fuertes que las del siglo XIX y principios del XX. Sin embargo son imágenes que te llaman, no puedes ser ajeno a ellas: el momento en que te muestras ajeno a la violencia o al sometimiento de otra persona es algo grave porque te estás haciendo insensible”.

CLAVES

“CUADRO DE HONOR”

Heraclio Bernal, el Rayo de Sinaloa, de bandolero pasó a autonombrarse Comandante de las Fuerzas Proclamadoras de las Garantías Constitucionales.

El juicio de Jesús Negrete, el Tigre de Santa Julia, fue uno de los más sonados de finales del régimen de Porfirio Díaz por sus cantidad de fechorías.

Las imágenes de la muerte de Enrique Chávez provocaron el surgimiento de una especie de culto al personaje y lo volvieron una suerte de héroe popular.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button