Pese a críticas a Trump por mitin racista en NY, encuestas no se mueven y sus votantes lo justifican

Ni a nivel nacional ni en estados clave el controversial mitin parece haber impactado en las preferencias electorales. Lejos de desmarcarse Trump calificó ayer el evento en NY como un “festival de amor” y dijo que fue un “honor” haber participado.

MILENIO

Luego del mitin del domingo en el Madison Square Garden de Nueva York, donde se propinaron múltiples señalamientos discriminatorios y racistas hacia latinos y minorías en los Estados Unidos, la campaña de Donald Trump continúa sumando críticas y condenas, no solo por las expresiones realizadas, sino también porque el candidato republicano ha decidido no condenar los insultos e, incluso, celebrar el evento.

Sin embargo, las encuestas de las preferencias electorales no mostraron (al menos hasta el miércoles) alguna consecuencia o efecto negativo, ni en los estados que se consideran clave para la elección, ni a nivel nacional. Incluso hay votantes pertenecientes a dichos grupos insultados que minimizan lo ocurrido.

“Trump es una persona que habla mucho y dicen muchas cosas que tal vez no están bien. Y en sus rallys (mítines) es igual. Pero eso son palabras y es campaña. La verdad es que él ya fue presidente y todos vimos que al país le fue mejor que con este último gobierno (Biden). Yo tenía más dinero en la cuenta de banco que ahora. La gente estaba mejor”, dijo a MILENIO John Meza, un ciudadano de ascendencia dominicana que trabaja en Brooklyn como empleado de una compañía de internet.

La avalancha de críticas ha sido feroz en Nueva York y en otras partes del país. La congresista del Partido Demócrata por este estado, Alexandria Ocasio-Cortez, cuyos padres son originarios de Puerto Rico, ha sido una de las voces más fuertes en contra de los dichos propagados en el evento del domingo en el que, entre otras cosas, uno de los teloneros del evento, el comediante Tony Hinchcliffe,se refirió Puerto Rico como una “isla flotante de basura”. 

“Esto no es un tema solo de una broma de un comediante. Esto es lo que estas personas y esta gente realmente cree. Es mucho más allá de un chiste. Hay una razón por la que usan esa retórica y ese discurso de odio”, dijo la congresista en una entrevista con CNN, en la que además advirtió de un escenario de posible conflicto post-electoral de que los resultados no favorezcan al también expresidente.

Activistas puertorriqueños en Nueva York también han levantado la voz para criticar los dichos en el mitin y, a su vez, tratar de capitalizar ello en las urnas.

Una de ellas es Camillie Rivera, fundadora del movimiento La Brega y la Fuerza quien, en entrevista con El Diario NY, un periódico local de la ciudad, consideró que los dichos en el Madison Square Garden han desenmascarado el pensamiento real de Trump y sus seguidores sobre los latinos y la minoría.

“Hay más de 5 millones de puertorriqueños que viven en Estados Unidos, 80% que están en edad de votar. Tony nos recordó cómo Trump y sus seguidores fascistas realmente se sienten hacia nuestra isla. Los puertorriqueños no van a olvidar este noviembre; yo definitivamente no lo voy a hacer”, dijo la activista en entrevista para ese diario neoyorquino.

Control de daños

El potencial impacto negativo de los dichos en el Madison Square Garden sobre las preferencias de los votantes latinos no es menor. Tan solo en Pensilvania, uno de los estados clave para la elección del próximo 5 de noviembre debido a lo cerrado de las preferencias, viven más de medio millón de puertorriqueños.

En ese contexto integrantes del Partido Republicano han intentado minimizar o matizar los dichos racistas expresados en el evento en Manhattan, sin llegar a una descalificación contundente del fondo de ese mensaje que también sería perjudicial hacia su base ultraconservadora y antimigrante.

Por ejemplo, el ex policía y hoy congresista del Partido Republicano por Nueva York, Anthony P. D’Esposito, de ascendencia puertorriqueña, pidió a los votantes enfocarse en las propuestas y postulados de Trump más allá de lo dicho por los teloneros de su mitin.

“Yo estoy orgulloso de ser puertorriqueño. Mi madre nació y fue criada en Puerto Rico. Es una hermosa isla con una rica cultura y una parte integra de los Estados Unidos. Lo único que realmente es basura fue ese mal set de comedia (en referencia a los dichos de Tony Hinchcliffe). Pero enfoquémonos en el mensaje que importa” dijo el congresista en su cuenta de X.

El senador por Florida, Marco Rubio, (de padres cubanos que migraron a Estados Unidos) hizo un esfuerzo similar al matizar lo dicho en el mitin, pero a su vez recalcar que no fueron palabras pronunciadas por Trump.

“Puerto Rico no es basura; es el hogar de ciudadanos estadunidenses que han hecho tremendas contribuciones a nuestro país. Entiendo por qué algunas personas se sintieron ofendidas por las bromas de un comediante.

“Pero esas no fueron palabras de Trump. Fueron bromas de un cómico de insultos que ofende prácticamente a todos, todo el tiempo… porque eso es lo que hacen los comediantes de insultos”, publicó Rubio en su cuenta de la misma red social.

Como ellos múltiples representantes, voceros formales e informales del Partido Republicano han seguido la misma línea de reducir la importancia a lo dicho en el mitin del domingo.

En redes sociales, propagandistas y creadores de contenido en inglés y en español pro-republicanos también se han empeñado por matizar los dichos de Trump e incluso culpar a otros.

Un ejemplo es el activista conservador de origen venezolano John Acquaviva, que en su canal de Youtube consideró desafortunado el chiste sobre Puerto Rico y señaló a Hinchcliffe de ser un mal comediante, pero su vez acusó a los “medios demócratas” de exagerar y descontextualizar lo dicho en el mitin de Trump.

“Si un comediante hace un chiste donde el generaliza sobe un grupo de personas eso si es terrible porque los únicos que pueden generalizar son los demócratas y medios de comunicación de izquierda, especialmente cuando ese grupo de personas está conformado por personas blancas y ahí no pasa nada. Es una doble moral” dijo en el video que ya sumaba hasta ayer casi 34 mil vistas.

Sin fisuras, por ahora…

Las encuestas más serias del país no reflejan, al menos por ahora, algún daño electoral trascurridos dos días del criticado evento en Manhattan.

En el monitoreo y promedio diario que hace de casas encuestadoras profesionales el diario The New York Times arrojaba, hasta la noche del martes, a nivel nacional, un escenario de empate técnico entre Trump y la candidata demócrata, Kamala Harris, con preferencias entre el 48 a 49 por ciento para cada uno. Se trata de la misma proporción de intención de voto que la registrada el 25 de octubre, dos días antes de ese evento.

De hecho el escenario es favorable para el republicano pues, hasta los primeros días de octubre, era Harris la que tenía una ventaja de cuatro puntos que con el paso de las semanas se ha ido desvaneciendo.

En el caso de Pensilvania en específico, uno de los siete estados considerados clave y con una amplia proporción de votantes de diversas minorías, el corte hasta ayer mostraba un empate en 48 por ciento entre los dos candidatos, escenario incluso mejor para Trump que el de viernes 25 de octubre, donde Harris lo supera por un punto.

Una situación similar se registra en las otras entidades bisagra como Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nevada y Wisconsin, donde no se observa ningún cambio en las preferencias de acuerdo con la medición del Times.

Esta inamovilidad en las preferencias pese a lo ocurrido en el mitin del fin de semana podría ser resultado para la mayoría de los estadunidenses, su voto ya está decidido desde hace meses, según mediciones de empresas mediáticas como CNN.

Se trata de una estabilidad en el electorado Pro-Trump, que tampoco tuvo movimientos en otros hechos de alto impacto previos, como fue la apertura de procesos penales en contra del republicano, o la condena por una serie de delitos en un tribunal federal en Nueva York en mayo pasado.

Además, los dichos racistas o extremos de Trump o sus seguidores, ya son de sobra conocidos por su electorado, que en varias ocasiones los minimiza asumiendo que se trata solo de retórica.

“Mire este señor es distinto a los políticos de siempre, pero eso no lo entienden en los medios. Es un empresario no un político y es una persona de negocios. Y al final lo que importa es que ya fue presidente y no solo no se desmoronó el país, sino que si estábamos mejor ¿sabe? Y eso yo se lo digo directamente porque es la salida” dijo a medio Dave Sena, un chofer de un servicio de aplicación nacido en NY y de ascendencia puertorriqueña.

Fue un festival de amor: Trump

Ayer en una conferencia de prensa desde su residencia en Mar-a-Lago Florida, el ex presidente Trump se refirió al criticado evento en el Madison Square Garden, pero no lo hizo para desmarcarse del referido comediante o de otros discursos racistas que se propinaron durante esa noche. Por el contrario, celebró la organización y ambiente en el evento.

“No ha habido un evento antes tan hermoso. El amor en ese lugar realmente te dejaba sin aliento. Fue como un festival de amor (lovefest). Un auténtico festival de amor y fue un honor ser parte.”, dijo en su mensaje.

Por la tarde, Trump retomó sus recorridos de campaña con una serie de eventos precisamente en Pensilvania, y específicamente en la ciudad de Allentown en la que reside una importante población de origen hispano. De acuerdo con la agencia AP, en el evento lo acompañaría la senadora republicana por Puerto Rico, Zoraida Buzo.

Aunque las encuestas no han reflejado impacto alguno, en los medios estadunidense se comentó que el evento en Pensilvania llegó en un momento crucial para el republicano, que busca reafirmar el apoyo de grupos minoritarios en dicho estado tras los ecos que dejo el evento en Nueva York.

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