Paola: una historia de fortaleza, lucha y perseverancia.
“Nadie está preparado para un diagnóstico de cáncer, y si es en tu hija de ocho meses menos, uno siente que es una pesadilla, que es una sentencia de muerte”, así describió Maricela el momento en el que le fue entregado el análisis de Paola, su primogénita que ahora tiene seis años de edad.
Su primera reacción fue de negación, “no podía creer que mi hija, tan pequeñita, tuviera esa enfermedad y peor aún me negaba a que recibiera quimioterapia porque pensé que era dolorosa y perjudicial…además creí que no había ni esperanza ni cura”.
Aún con tono doliente, recordó que todo empezó con una pequeña protuberancia en el lagrimal del ojo izquierdo de la nena, fue creciendo al grado de sobrepasar la nariz por lo que la llevó a consultas, hasta ser referida al Hospital de la Niñez Oaxaqueña, donde después de varios estudios le dieron la dolorosa noticia: leucemia linfoblástica aguda.
Ya en el nosocomio, le explicaron la importancia de iniciar el tratamiento. Se dispuso a hacer lo posible para que Paola se recuperara, “entonces empecé otra difícil travesía, los traslados desde Huajuapan hasta aquí, y quedarnos varios días, incluso meses en el hospital, durmiendo en las afueras, comiendo cuando se podía”.
Así pasaron tres pesados años, acudiendo puntualmente a sus sesiones de quimioterapia. Maricela rememora con pesar que llegó un momento en que casi perdía la esperanza, ya que el cuerpo de Paola se debilitaba cada vez más por el medicamento.
“Pero yo no podía perder la fe, seguí con dedicación y esmero todas las recomendaciones de la especialista, y así mi pequeña salió adelante, ahora solo está en observación, venimos a revisión cada tres meses con pronósticos muy favorables”.
En este sentido el director del nosocomio, Armando Altamirano Jiménez, detalló que el caso de Paola es un ejemplo de fortaleza, lucha y perseverancia, lo que hace que el personal del servicio de Hemato-oncología –acreditado en 2008– se esmere día con día para brindar una atención especializada a los pacientes referidos por el primer nivel.
Destacó que por instrucciones del gobernador del estado, Gabino Cué Monteagudo, y el secretario en la materia, Germán Tenorio Vasconcelos, los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) tienen implementado el programa de prevención y control del cáncer infantil, en el que se incluye la búsqueda intencionada de casos.
Informó que desde su apertura, hasta el 2013, se han atendido 285 pacientes, de los cuales 134 ha sido por leucemia linfoblástica aguda, 15 por leucemia mieloide aguda y 136 casos corresponden a tumores sólidos.
Destacó que los tratamientos son gratuitos y otorgados a través de Gastos Catastróficos del Seguro Popular, protocolizados y elaborados por un equipo de expertos certificados, para ello se cuenta con una plantilla de un oncólogo pediatra, un médico pediatra, dos hematólogos y 22 enfermeras distribuidas en los diferentes turnos.
Finalmente recordó que dentro del hospital se cuenta con un albergue administrado por la Asociación Mexicana de Apoyo a Niños con Cáncer (AMANC), con el propósito de disminuir el abandono al tratamiento, ya que otorgan hospedaje, alimentación o transporte desde su localidad al hospital.
Al respecto la directora general del albergue, Ivette Toledo Ramos, explicó que la Asociación además de brindar esos beneficios, otorga atención psicológica, medicamentos no oncológicos, actividades lúdicas y recreativas, todo de forma gratuita, con horario de atención de ocho de la mañana a cinco de la tarde, pero se encuentra abierto las 24 horas, los 365 días del año.