“Entre gitanos no se leen las manos”, responde Irán Santiago a las acusaciones de Erangelio Mendoza

COMUNICADO
En medio de una jornada marcada por el reclamo del magisterio oaxaqueño ante el supuesto incumplimiento de ascensos escalafonarios por parte del IEEPO, surgió una respuesta pública que sacude los cimientos del debate interno en la Sección XXII. El profesor Irán Santiago Manuel, figura reconocida en el movimiento democrático, emitió un posicionamiento firme frente a las acusaciones del maestro Erangelio Mendoza González, dirigente del grupo CODEMO.
La réplica, publicada en redes sociales y respaldada por voces como la de la profesora Norma Cleyver Cruz Vázquez, denuncia lo que considera una campaña de difamación sin sustento. Santiago Manuel niega rotundamente haber fundado otro sindicato ni haber provocado el plantón que mantiene a docentes en resistencia. “Lo reto públicamente a comprobar sus acusaciones —afirma—. Si lo hace, renuncio a todo tema político magisterial. De lo contrario, lo invito a jubilarse por dignidad”.
El documento, de tono directo y reflexivo, no se limita a la defensa personal. También cuestiona prácticas históricas atribuidas a CODEMO, como la presencia de operadores en el IEEPO desde el sexenio de Ulises Ruiz, y la organización de ferias del libro que, según se señala, han implicado cobros a escuelas y padres de familia pese a contar con financiamiento institucional.
Santiago Manuel recuerda diferencias ideológicas que lo llevaron a distanciarse del grupo, como el rechazo al “centralismo democrático” y la defensa de maestras que exigían ejercer su derecho a amamantar. “La unidad no se construye con cacerías de brujas ni con doble discurso”, sentencia, en alusión a lo que considera una estrategia de desgaste promovida desde fracciones gubernamentales.
En paralelo, el mitin político del Nivel de Educación Primaria, realizado el 29 de septiembre, evidenció el hartazgo de la base trabajadora ante el retraso en los pagos por ascensos de director a supervisor y de supervisor a jefe de sector. Las consignas resonaron con fuerza: “¡Solución, solución, no queremos dilación!” y “¡Si no hay solución, aquí será el plantón!”
La Sección XXII se encuentra en un momento de definiciones. Mientras la exigencia por derechos laborales se mantiene en las calles, las disputas internas reclaman altura política y ética. Porque como bien se dice en los pasillos del movimiento, entre gitanos no se leen las manos, pero sí se exige respeto.


