¡Oaxaca en alerta!

VISIÓN POLÍTICA
POR: FERNANDO CRUZ LÓPEZ

Las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta tropical Alberto han puesto a prueba la capacidad de respuesta del gobierno estatal ante situaciones de emergencia. Si bien las autoridades han implementado diversas medidas preventivas, es necesario analizar críticamente su efectividad y las áreas de oportunidad que aún existen para mejorar la protección de la población.

En primer lugar, hay que reconocer los aciertos en la estrategia implementada por el gobernador del estado Salomón Jara Cruz, que ha sido hasta hoy bastante efectiva, como por ejemplo activar los albergues temporales, así como el haber identificado oportunamente las zonas de alto riesgo , eso demuestra el interés gubernamental por proteger a su población, los pudimos ver ayer al inundarse el hospital de la niñez, pues de inmediato comenzaron los apoyos y trabajos de auxilio para mantener funcionado dicho nosocomio.

Ahora bien, hay que mencionar que las inundaciones recurrentes en ciertas zonas urbanas evidencian la falta de mantenimiento y modernización de los sistemas de drenaje. Es imperativo que el gobierno estatal, en coordinación con los municipios, implemente un programa agresivo de mejora de la infraestructura hidráulica para mitigar los efectos de las lluvias intensas.

Otro aspecto preocupante es la falta de una cultura de prevención entre la ciudadanía. Si bien las autoridades han emitido recomendaciones, muchas personas siguen realizando actividades riesgosas como cruzar arroyos crecidos o permanecer en zonas propensas a deslaves. Es necesario reforzar las campañas de concientización y educación sobre los peligros asociados a las lluvias intensas.

Ante las torrenciales lluvias que han caído en varias partes del estado, es fundamental que la información proporcionada sea precisa, oportuna y útil para la población, no está por demás apoyarse en el sector privado, pues muchas empresas cuentan con recursos y capacidades que pueden ser de gran utilidad en situaciones de emergencia.

Finalmente, es necesario reflexionar sobre la planificación urbana y el ordenamiento territorial. Muchas de las zonas afectadas por inundaciones son asentamientos irregulares o desarrollos inmobiliarios que no debieron ser autorizados en áreas de riesgo. El gobierno estatal debe implementar políticas más estrictas de uso de suelo y desarrollo urbano, priorizando la seguridad de la población sobre los intereses económicos de corto plazo.

En conclusión, si bien el gobierno estatal ha mostrado hasta hoy capacidad de respuesta ante la emergencia provocada por las lluvias intensas, aún existen importantes áreas de oportunidad para mejorar la protección de la población. Es fundamental que estas experiencias se traduzcan en políticas públicas de largo plazo que fortalezcan la resiliencia de nuestras comunidades ante los desafíos climáticos que enfrentaremos en el futuro.

Solo con un enfoque integral, que involucre a todos los sectores de la sociedad, podremos estar verdaderamente preparados para enfrentar estos fenómenos naturales cada vez más frecuentes e intensos…Sígame en X como @visionpolitica7

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