Blanca Charolet: memoria de las artistas

México

Cuando en 2006 la fotógrafa Blanca Charolet ingresó al Salón de la Plástica Mexicana y asistió a su primera asamblea, quedó impactada por los artistas que se encontraban ahí, “debido a que los asistentes eran, en su gran mayoría, personas mayores, y los jóvenes eran una minoría.

“Mi pensamiento y sentimiento fueron de gran reconocimiento a la sabiduría que de ellos emanaba, de la defensa de sus posturas ante el arte, de la apertura a las posiciones y la creación de los y las jóvenes pintores, pintoras, escultores, escultoras, grabadores y grabadoras, fotógrafos y fotógrafas que forman parte del Salón”.

Así fue como surgió en Charolet el propósito de fotografiar a todos los integrantes de esta institución, a manera de reconocimiento y homenaje; este propósito se concretó ya en la primera de cuatro partes, en el libro En el centro de la memoria, que será presentado el 9 de febrero en el Palacio de Bellas Artes.

Aunque fueron las circunstancias (al recibir un apoyo para proyectos de género de la Cámara de Diputados) las que definieron el tema de un primer libro, resulta simbólico que la pionera del fotoperiodismo mexicano, que este año cumple cinco décadas de trayectoria, publique un volumen con imágenes de mujeres artistas.

pintora-Lucinda-Urrusti_MILIMA20160129_0019_1Añade la artista: “Para mí, hombres y mujeres son importantes; sin duda, las mujeres hemos estado más marginadas, hemos ganado terreno y nos falta mucho por hacer. Pero para mí todos somos importantes”.

Explica que la selección de las 54 mujeres que aparecen en el libro obedece únicamente a que son aquellas con las que pudo contactarse; sin embargo, el proyecto comprende fotografiar a los más de 200 integrantes del Salón de la Plástica Mexicana.

“La idea era fotografiarlos en su contexto o en un sitio donde se sintieran a gusto, que podría ser su estudio o en exteriores. Por eso este tipo de proyectos requieren de mucho tiempo porque se dialoga para saber donde pueden tomarse las imágenes”, señala Charolet.

A propósito de su forma de crear las imágenes que integran el libro dice que se trata de “mirar a los ojos, contactar el alma, encuadrar rostros y cuerpos; ir al fondo, captar su espíritu de artista y persona en el espacio de sus talleres, de sus ámbitos de creación, así como en lugares que propician la expansión de la individualidad de la artista; ambientes suaves, sosegados, en los que en algunos casos se incorporan objetos de su entorno cotidiano, han sido los contextos que complementan la creación de las imágenes de las artistas plásticas vivas”.

Algunas de las artistas plásticas que aparecen en el libro son Beatriz Zamora, Cecilia Calderón, Esther González Gómez, Julia López, Noemí Ramírez, Ofelia Márquez Huizil y Yolanda Quijano.

Sobresalen las artistas ya fallecidas, como Leonora Carrington, Lola Álvarez Bravo, Frida Kahlo, María Izquierdo, Fanny Rabel, Cordelia Urueta y Mariana Yampolsky, cuyas imágenes fueron construidas por Charolet.

“En algunos casos era difícil acceder a sus archivos y tampoco quise usar las ya conocidas, por lo que quise hacer una fotografía construida. En el caso de Frida Kahlo, por ejemplo, no mostrar esa parte tan terrible, tan lastimada que inclusive ella nos muestra en sus pinturas, sino que construí esa parte onírica y, digamos, amorosa de ella, con una hoja que cae en uno de sus cuadros y que representa un poco el otoño”, indica la creadora.

Constante renovación

Blanca Charolet adquirió sus conocimientos a través de la lectura, y del trabajo que hizo, desde muy pequeña, en el estudio fotográfico de su tío. Es una mujer en constante renovación, por lo que continúa pensando que todavía no ha tomado la mejor imagen.

Originaria de Oaxaca y autodidacta, Charolet inició su carrera de fotógrafa a los 13 años. A lo largo de su trayectoria ha retratado a diversas personalidades de México.

Ha colaborado en diarios y revistas nacionales e internacionales, participado en 23 libros publicados en México y el extranjero, además de que ha impartido conferencias en diversas universidades.

Es ganadora de premios como el Día Internacional de la Mujer, Telmex 2008; Diosa de la Luz; Promax & BDA, IPN Canal Once, y El Hombre Cósmico, 2005. Fue seleccionada por TAG Heuer Woman para representar a México en 2006. En 2002 fue seleccionada en la primera Bienal de Fotografía de Mérida, y para 2005 en la sexta Bienal de Fotoperiodismo Iberoamericano, Cultura y Espectáculos. Ingresó como miembro del Salón de la Plástica Mexicana en febrero de 2006.

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