Mancha urbana amenaza al cangrejo azul; ayudan a su conservación
La construcción de fraccionamientos cerca de los manglares en Mandinga provoca que crucen la carretera, donde decenas son aplastados a diario
EXCELSIOR
MANDINGA.
El tamaño y el intenso color del cangrejo azul lo hace una de las especies más admiradas, pero también muy depredadas. En la Riviera veracruzana, la temporada de lluvia obliga a este crustáceo a migrar para llegar a la costa y depositar sus huevos para reproducirse.
La gran tarea se ve obstaculizada por la modernidad, pues la urbanización ha provocado que los cangrejos se tengan que mover entre cemento y automóviles. Sus nidos cada vez más se ven amenazados ante el avance de la mancha urbana, la invasión del estero y la intentona de invadir la zona de manglares.
Entre los grandes fraccionamientos residenciales que han invadido el hábitat de los cangrejos azules, éstos deben defender su supervivencia, moviéndose por la carretera para llegar a la playa y miles se ven en riesgo, porque muchos quedan aplastados en su trayecto a la costa.
Conscientes de la situación, organizaciones ambientalistas y población de los sitios turísticos, como Mandinga, se organizan para rescatar la reproducción de los cangrejos, especie que ha sido declarada en riesgo por esta práctica de ir de la tierra al mar en condiciones que los ponen ante una muerte masiva.
- 700 MIL huevecillos puede poner una hembra, pero sólo sobrevive el 20 por ciento.
Anualmente, hay convocatorias para que la población en general se organice y ayude a que los cangrejos cumplan con su ciclo de reproducción. Cada hembra puede llegar a depositar hasta 700 mil huevecillos, pero de esos sólo pervive “si acaso el 20 por ciento”, explicaron los pescadores de Mandinga.
Los cangrejos machos regresan al manglar, se ocultan en las espesas raíces y ahí viven y maduran hasta que llegan las nuevas generaciones, que se habían visto disminuidas antes de que las autoridades declararon una protección.
Y es que además de su atractivo, por el color y el tamaño, el cangrejo azul es un producto muy apreciado en la cocina veracruzana, sus tenazas tienen un sabor especial y ésta es una de las variedades más pedidas por los visitantes.
Anteriormente su salida “en masa” atraía a los pescadores que se llevaban una buena parte de los cangrejos sin dar oportunidad a la reproducción, lo que dio pie a que comenzara a escasear y se declarara en una tabla de riesgo de extinción, pero ante esta práctica, las autoridades ambientales decretaron una veda que impide que durante su ciclo de reproducción sean cazados, pero hay zonas en las que no opera la vigilancia oficial y es cuando los cazadores furtivos aprovechan para llevarse un buen número de cangrejos para después comercializarlos clandestinamente.
Depredación urbana
El cangrejo azul, Cardisoma guanhumi, es un crustáceo que habita la zona costera de manglares, pantanos, lagunas y estuarios, es considerado como el cangrejo semiterrestre de mayor tamaño en el golfo de México y uno de los más abundantes, particularmente en los estados de Veracruz y Tabasco.
Caracterizado por su comportamiento migratorio hacia el mar con fines reproductivos, es una especie altamente cotizada, desafortunadamente sus poblaciones se encuentran disminuidas a nivel local y global debido a su explotación desmedida aunada a la modificación de los sitios donde habita naturalmente.
Una de las particularidades de esta especie es su coloración ya que presenta tonos grises, marrones y azulados los cuales con el tiempo y la edad se tornan más intensos; un organismo adulto puede llegar a pesar hasta 1 kg y su quelípedo (tenaza) más grande puede llegar a medir hasta 12 cm de largo.
Martha Rivera, agente municipal de Mandinga, explicó que las medidas que se han tomado con el apoyo de Cosga (Consultores Sustentables y Gestión Ambiental) y Renovación Veracruzana (Renover) organizaciones que se dedican a cuidar a las especies en la región rivereña, han buscado frenar la sobreexplotación de la pesca del cangrejo azul.
A partir del 15 de agosto y hasta mediados de septiembre, durante la veda, las organizaciones ambientales han invitado a la población a sumarse y ayudar a los crustáceos a llegar a su ciclo de reproducción con actividades que van desde el monitoreo ambiental, coordinación de equipos, traslado, recolección de datos y limpieza de playas.
Esta actividad la realizarán principalmente en los días de lluvia y veda del cangrejo, con una capacitación previa.
Axel Armas y Diego Córdoba, estudiantes que forman parte de Renover, explicaron que su labor de protección y rescate consiste en concienciar a la población con educación ambiental y capacitación, con invitaciones gratuitas para aprender del manejo de las especies, una invitación que es para chicos y grandes.
Esta labor, explicaron, ha generado el interés de las familias que se suman al cuidado. Para difundir y que las nuevas generaciones conozcan del entorno que les rodea, también promueven la educación ambiental en las escuelas y reúnen fondos para ayudar a que los más pequeños aprendan con imágenes, videos e ilustraciones cuáles son las especies que les rodean y cómo pueden protegerlas.
Para esta labor también trabajan reuniendo fondos que sirven para invertir en los proyectores que son donados en las escuelas, para las clases que imparten los expertos.
“Al final de cuentas la urbanización y el desarrollo urbano es algo que no se detiene y, si no se toman las medidas adecuadas, se frenará la disminución de las especies, por eso hemos estado compartiendo información y trabajando directamente con Conapesca y algunos biólogos para tener más información y poder compartirla para hacer conciencia sobre la conservación y cuidado no sólo del cangrejo azul, acá en esta región hay muchas especies que requieren especial atención”, aseguraron.
Ricardo Daniel, biólogo de la consultoría Cosga, se ha dedicado al rescate de especies que se ven atrapadas en las zonas residenciales del estero, principalmente en la zona de Punta Tiburón, y actualmente también participa en la campaña por el rescate del cangrejo azul. Su experiencia en el manejo y cuidado ambiental lo han hecho parte de este proyecto.
Actualmente hay cuando menos 15 fraccionamientos residenciales en la Riviera, algunos en construcción y otros que ya están siendo poblados. El desarrollo inmobiliario en los últimos años ha sido acelerado en esa zona. Para los ambientalistas, es inevitable y por eso lo que hacen es difundir lo que se puede hacer para ayudar a las especies a convivir entre la naturaleza y planchas de cemento.