*.-Llegan las inversiones.

Visión Política.

Por: Fernando Cruz Lopez.

 

Lo comente meses atrás y hoy retomo el tema, pues el ambicioso proyecto del Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se perfila como uno de los motores de desarrollo más prometedores para el sur-sureste de México. Esta iniciativa, conecta los puertos de Salina Cruz en Oaxaca y Coatzacoalcos en Veracruz, no solo promete revolucionar el transporte de mercancías entre el Océano Pacífico y el Golfo de México, sino que también se está convirtiendo en un imán para inversiones que podrían transformar la economía de la región.

 

Un aspecto crucial del proyecto es la creación de Polos de Desarrollo para el Bienestar (PODEBIS). Se han planificado 10 de estos polos a lo largo del corredor, diseñados para atraer inversiones y potenciar las capacidades productivas de toda la zona        . Estos PODEBIS ofrecerán incentivos fiscales y condiciones favorables para las empresas, lo que ya ha despertado el interés de inversionistas nacionales y extranjeros.

 

La estrategia de desarrollo no se limita a la atracción de grandes corporaciones. También se está invirtiendo en la mejora de la calidad de vida de los habitantes locales. Por ejemplo, se han entregado 70 viviendas nuevas a familias reubicadas en Salina Cruz y Matías Romero, Oaxaca, como parte de un programa más amplio que ha beneficiado a miles de hogares en la región.

 

Las expectativas sobre el impacto económico del Corredor Interoceánico son considerables. Según estimaciones, el proyecto podría mover hasta el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. Esto posicionaría al corredor como una alternativa competitiva al Canal de Panamá, especialmente en un contexto donde este último enfrenta tremendos desafíos por la escasez de agua.

 

El Banco de México ha reportado que la actividad económica en la región Sur creció un 4.7% anual en el penúltimo trimestre de 2023, superando significativamente el crecimiento de otras regiones del país. Este dato sugiere que las inversiones y expectativas generadas por el proyecto ya están teniendo un efecto positivo en la economía regional.

 

El Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec representa una oportunidad sin precedentes para el desarrollo del sur-sureste de México. Las inversiones ya en marcha y las proyectadas para el futuro cercano prometen transformar la región, beneficiando a millones de mexicanos y posicionando al país como un actor clave en el comercio internacional.

 

El éxito del proyecto dependerá de la continuidad en las inversiones, la participación activa de las comunidades locales y la capacidad de adaptar el plan a los desafíos que surjan. Si se maneja adecuadamente, el Tren Interoceánico no solo podría ser un corredor de transporte eficiente, sino también un catalizador para el desarrollo sostenible e inclusivo de una región históricamente marginada de México…Sigame en X como @Visionpolitica7

 

 

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