Las y los asesores del IEEA contribuyen a reducir el analfabetismo y rezago educativo de Oaxaca

“Es bonito ayudar a mi pueblo porque soy parte de él y me llena de orgullo que se esfuercen por aprender”: Carmen Carrasco

San Juan Bautista Jayacatlán, Etla, a 18 de mayo del 2016. En el Instituto Estatal de Educación para Adultos (IEEA), encontramos a personas que con pasión y entusiasmo dedican parte de su vida a enseñar a leer y escribir, apoyar a las personas a cursar la primaria o secundaria. Ellos son el personal de asesoría, que sin tener un plantel educativo ni horario fijo, acuden al lugar acordado con los        educandos, ya sea en el palacio municipal, plaza pública o bajo un árbol, para impartir conocimientos y con ello disminuir el analfabetismo y rezago educativo.

En Oaxaca hay 6 mil 870 asesoras y asesores educativos, distribuidos en las 8 regiones del estado y en los 570 municipios, de los cuales 800 atienden a la población de habla indígena, enseñándoles a leer y escribir en lengua originaria y después en español, con lo que se respeta y valora la diversidad lingüística.

Conocen las necesidades de cada uno de los integrantes de su grupo de estudio, reconocen los saberes adquiridos durante la vida y el trabajo, por lo que combinan los conocimientos previos con los que ven en los libros y guías de estudio. Son parte de la misma comunidad, conviven y comparten tradiciones, además de anhelos y el deseo de apoyar al progreso de la sociedad.

Como Carmen Carrasco Bravo, quien desde hace 7 años se ha desempeñado como asesora educativa de jóvenes y adultos, actividad que la llena de orgullo y motivación porque sabe que solo con educación se puede acceder a mejores condiciones de vida.

Cuenta que comenzó a enseñar a las personas que querían terminar su primaria y secundaria, cuando ella estaba estudiando el bachillerato y cada día se siente más comprometida con su trabajo y sus estudiantes.

“El IEEA llego en un momento de mi vida en el que todavía estudiaba y ha sido la experiencia más importante de mi vida, porque comparto lo que sé y aprendo mucho de los adultos, las vivencias que tienen nos sirven a  los jóvenes; además es fundamental que las mujeres se desenvuelvan y dejen atrás los prejuicios e ideas machistas”.

La asesora  de San Juan Bautista Jayacatlán relata que lo más difícil de su labor es motivar a las personas a que inicien o continúen su educación básica, sin embargo busca la manera de convencerlos para que aprovechen la oportunidad de aprendizaje que ofrece el Instituto, todo de manera gratuita.

“A pesar de que el sistema es accesible y gratuito es difícil convencer a las personas de que se incorporen a estudiar. A veces dicen que no tienen tiempo, pero con el afán de ayudarlos a que salgan adelante los animamos y si es necesario vamos a buscarlos a sus casas. Tengo grupos en los diferentes barrios de la comunidad  y hasta ahí voy a impartir asesorías”, expresa.

Explica que en su comunidad la principal actividad económica es la siembra de frijol, maíz, trigo, garbanzo y la crianza de animales domésticos, entre otras actividades como la albañilería, por eso es que organiza sus horarios de acuerdo al tiempo de sus educandos. Sábados y domingos se reúnen a estudiar en el centro de la población y  durante la semana realiza visitas domiciliarias para ver el avance y juntos resolver dudas.

“Es bonito ayudar a mi pueblo porque soy parte de él, son mi gente y me llena de orgullo el que se esfuercen por aprender, aun cuando las  mujeres tienen que cuidar a sus niños, hacer la comida y las actividades de la casa; mientras que los hombres llegando del campo se ponen a leer sus libros para obtener el certificado más rápido”, externa Carmen Carrasco.

Sabe que tiene una gran misión para disminuir el rezago educativo en el municipio perteneciente al distrito de Etla, ya que 142 personas de 15 años y más no saben leer ni escribir, 266 sin primaria y 360 sin secundaria.

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