*- ¿Era necesario?

VISIÓN POLÍTICA

Por Fernando cruz López

 

El reciente evento masivo en el Zócalo en apoyo a Claudia Sheinbaum tiene una clara intención política interna, pero difícilmente tendrá algún impacto en la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a México en abril. La política comercial y económica internacional no se rige por demostraciones de apoyo popular dentro del país, sino por negociaciones diplomáticas, intereses económicos y presiones políticas de alto nivel.

 

Estados Unidos, ha mostrado interés en endurecer su postura comercial con México, especialmente en sectores como el acero, el aluminio y la industria automotriz. El argumento central es que México se ha convertido en un receptor de inversión y manufactura china, lo que afecta a la industria estadounidense.

 

Si en abril se implementan nuevos aranceles, la economía mexicana sufrirá un golpe significativo, afectando exportaciones clave y reduciendo la competitividad de productos mexicanos en el mercado estadounidense. Este tipo de medidas se negocian en mesas de alto nivel, con diplomáticos, empresarios y funcionarios del sector económico, no con concentraciones masivas en plazas públicas.

 

Si bien el evento en el Zócalo no influye en la política arancelaria de EE.UU., sí cumple con otros propósitos para Sheinbaum:Pues ante la incertidumbre económica, un acto multitudinario refuerza su imagen como la candidata con respaldo popular y continuidad del proyecto de López Obrador, recurriendo al gastado discruso de “defensa de la soberanía” cuando hay tensiones con EE.UU. Aunque esto no cambia la realidad de las negociaciones comerciales, si ayuda a reforzar la narrativa de que el gobierno no se dejará presionar.

 

No podemos descuidar que Washington toma decisiones comerciales basadas en sus propios intereses y en la presión de sus grupos empresariales y políticos. Las protestas o actos masivos en México no afectan su cálculo estratégico. En cambio, lo que sí podría influir es un esfuerzo diplomático serio para negociar con el gobierno de Tromh y los sectores industriales afectados y establecer un compromiso real de México para controlar la triangulación de productos chinos que ingresan al mercado estadounidense desde territorio mexicano.

 

El evento en el Zócalo no tendrá ninguna repercusión en la política comercial de EE.UU. Solo fue una estrategia de la presidenta para mostrar fuerza entre sus bases, pero no una herramienta de negociación internacional. Si el gobierno mexicano realmente quiere evitar los aranceles, deberá actuar con diplomacia, fortalecer acuerdos comerciales y ofrecer soluciones concretas a las preocupaciones de Washington…Sigame en X como @Visionpolitica7

 

 

 

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