Aurelio y Moisés, relevo generacional educativo

Por: Alfredo Martínez de Aguilar

Al margen de sus errores y abusos de poder, que vaya que los tuvo, una de las mayores estrategias exitosas del viejo PRI-gobierno, fue indiscutiblemente la formación de cuadros.                                         De esta manera, el sistema político mexicano garantizaba la hegemonía de su partido político en el poder, a través del relevo generacional con la ideología del nacionalismo revolucionario.                      Acción que se hacía extensiva, desde luego a la izquierda y a la derecha, para enfrentar en el debate cotidiano a los priistas en las escuelas, los centros de trabajo y la sociedad en general.

Esta estrategia, hoy en día abandonada por el PRI, se reforzaba con el permanente activismo al abanderar las causas populares y la movilidad social y económica, mediante la meritocracia.

Componentes de esa meritocracia eran, por supuesto, una formación integral más práctica que teórica, con mayor vocación de servicio y claro compromiso social, a favor del pueblo.

De manera especial destacaba el criterio humanamente honesto de vivir en la medianía republicana, que si bien no justifica de ninguna manera la corrupción, acotaba ésta al limitarla.

DETRAS-NUÑO Y ROBLESEsta praxis política, reforzada por los cimientos de la educación familiar mamada en el hogar y la instrucción pública con valores universales, aseguraba la formación de líderes políticos.

Ejemplos de extraordinarios oradores que se hacían entender fácilmente y convencían con argumentos sólidos a quienes les oían hay muchos a nivel nacional, pero también a nivel estatal.

Hoy son parte de los dinosaurios vivientes, el ex priista Porfirio Muñoz Ledo y el panista Diego Fernández de Cevallos, extraordinarios oradores y polemistas con un manejo preciso de ideas.

En Oaxaca, aún viven los otrora jóvenes Agustín Márquez Uribe y Enrique Pacheco Álvarez, impulsados políticamente por el ex gobernador costeño Alfonso Pérez Gasga, entre otros.

Y son actores políticos vigentes los universitarios apoyados por el ex gobernador Víctor Bravo Ahuja, destacadamente Sadot Sánchez Carreño y Raúl Bolaños Cacho, entre muchos otros.

Este breve recuento histórico tiene como propósito reflexionar sobre la trascendencia histórica de la formación de nuevos cuadros políticos, con miras a preparar el relevo generacional.

Claro ejemplo de ello, es la gran oportunidad recibida por Aurelio Nuño Mayer al frente de la Secretaría de Educación Pública y de Moisés Robles Cruz al frente del nuevo IEEPO.

A querer o no, se reconozca o no por fobias sistémicas antigobierno o por la abierta complicidad con el Cártel de la Sección XXII, ambos han dado un golpe mortal a la mafia de la CNTE-EPR.

No han ganado la Guerra de Baja Intensidad estallada hace 35 años por la guerrilla que manipula las dirigencias del Cártel de la Sección XXII, pero han ganado importantes batallas.

El mayor logro de la recuperación de la rectoría educativa es golpear de manera contundente la invaluable bolsa de valores que representaban los multimillonarios presupuestos del IEEPO.

Y con ello todas las prácticas corruptas de agandalle monopólico de plazas y venta de éstas y sujetarse a un régimen de terror de corte estaliniano para la obtención de prestaciones laborales.

Al margen de la discusión sobre su capacidad en materia educativa, el mayor mérito de Aurelio Nuño Mayer y de Moisés Robles Cruz es su voluntad política para hacer respetar la Ley.

Ciertamente, ello requiere de todo el apoyo del presidente Enrique Peña Nieto y del gobernador Gabino Cué, pero también de indispensable fuerza de carácter para que no les tiemble la mano.

De poco o nada sirve tener la mayor y mejor preparación en materia educativa, si se carece de la suficiente testosterona para tomar decisiones y definiciones en los momentos más difíciles.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button