En el Día del Padre, hombre busca a su hijo desaparecido en Tijuana

Erick Carrillo arribó a Tijuana, donde desapareció. Desde entonces su padre lo busca y fundó una asociación civil que exige respuestas al gobierno federal y al estatal.

EXCELSIOR

Eddy Carrillo es un ciudadano tijuanense que emigró a Estados Unidos en busca de un mejor nivel de vida para sus hijos. Y uno de ellos, Erick Carrillo vino a Tijuana, Baja California, donde desapareció. Desde entonces su padre lo busca y fundó una asociación civil que exige respuestas al gobierno federal y al estatal

Carrillo transformó su dolor y sus ganas de encontrar a su hijo, en un llamado al que acudieron más de casi 500 personas y que suma más de 80 mil seguidores en su página, y que han localizado a otros jóvenes y adultos, pero no a su hijo. A lo largo de cinco años de trabajos, han desenterrado 650 cuerpos y han localizado 250 personas con vida.

Erick, de 19 años de edad, desapareció en 2019 al salir de una discoteca en Playas de Tijuana, de donde iría a ver a su madre para ayudarla a remodelar la casa de su madre en la colonia El Dorado.

Para ello traía consigo una cantidad de dinero en dólares pero el joven nunca volvió a aparecer y días después, cuando su pasaporte fue encontrado en vía pública, su padre dejó su trabajo en California para venir a buscar a su hijo.

Nacido en Guerrero pero traído a esta ciudad desde niño, por lo que se consideró tijuanense por convicción, Eddy se desempeñó como cartero, lo cual lo ayudó a conocer las colonias en las que se llevaron a cabo excavaciones. En California, “trabajaba en la colocación, remodelación e impermeabilización de techos, y económicamente me iba bien, pero mi familia se enfrentó a esta pérdida”.

“Tuve que aprender a subir y a bajar cerros porque no es lo mismo ir de paseo que ir de búsqueda. Aprendí a meter la varilla, que es eso precisamente: una varilla con unos soportes para las manos que hay que clavar más de un metro y al sacarla hay que oler la punta para saber si hay olor a cadáver”, explica.

Pero las primeras veces yo andaba desesperado y metía y sacaba la varilla con fuerza, hasta que una vez la sangre me brincó hasta la cara: había dado con un cadáver fresco, y desde entonces lo hago con cuidado porque estoy frente al cuerpo de un ser humano”, agrega.

En otro caso, relata, “estuvimos sacando cuerpos de una fosa con agua y con la pala le pegué en las costillas al cadáver de un joven y dije estamos haciendo las cosas mal, así no debemos trabajar”.

Para trabajar en la búsqueda de cuerpos, los grupos de buscadores recibieron el apoyo de un geo radar, “un aparato que costó mucho, unos 5 millones de pesos, pero que poco nos ha servido porque se atora, no está calibrado para el tipo de suelo de la  región, pues algunas fosas clandestinas han sido descubiertas tanto en zonas densamente pobladas como en terrenos aislados”, explica.

En la página del grupo hay quienes postean los casos de sus familiares, como el más reciente que asienta “Ocupo de su colaboración para encontrar a mi hermano Reyes Guadalupe Molina Cortés se fue a Tijuana desde el 2020 y no sabemos nada de él, alguien podrá ayudarme a localizarlo de antemano muchas gracias”.

El caso anterior advertía de la búsqueda de Heidy Jhoana Serrano Avendaño 25 años…

Ella es mi amiga y puedo decir con todo mi corazón que se llevaron un pedacito de mi felicidad, tus papás, hermanos y familiares han velado por ti, luchan dia con dia, una pérdida irreparable, tenemos fe de un dia saber de ti y que estas bien para que un dia puedas volver a casa te queremos mucho mi china Dios cuide de ti dónde quiera que te encuentres.

Por favor si alguien sabe algo de ella háganlo saber”.

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