Anuncian sexto “Tianguis del Alebrije”

alebrijesNahum Villavicencio

Habitantes de San Martín Tilcajete anunciaron su sexto “Tianguis del Alebrije” a realizarse del 19 de julio al 4 de agosto, en esta comunidad.

Elpidio Fabián Ojeda, Presidente del Comité de Artesanos de esta población indico que esta feria apoya a 700 artesanos que viven de la elaboración de alebrijes.

Destacó que este tianguis contribuirá a mejorar la economía de esta población, que principalmente vive de expender los alebrijes.

Los habitantes de Tilcajete nacen y crecen estrechamente ligados a la elaboración de figuras como parte del entorno familiar; viven entre las pilas de troncos de copal, con las herramientas, la pintura o el proceso mismo: el tallado, la pintada y la exhibición de piezas para la comercialización dentro de sus hogares. Así, niños y jóvenes van aprendiendo de los más viejos este oficio.

En esta población también se podrá encontrar comida regional y otros artículos a los que tendrá acceso los turistas que arriben.

Asimismo dijo que desde hace 16 años se encuentran reforestando con árboles de copal para evitar que su materia prima se extinga.

El precio de las piezas se determina de acuerdo al tiempo del árbol, si el cliente pide una figura en especificó y los materiales que se utilicen de acuerdo con el tamaño de la pieza.

Los abuelos hacían las piezas para el uso doméstico familiar; antes se preparaban pocas y se dice que eran objetos para el juego o utilitarios: juguetes para los niños, cucharas, bancos de descanso, yuntas, carretas, nacimientos, santos, angelitos y animalitos de la región, gatos, perros, burritos o caballos, aunque también se elaboraban elefantes, leones o jirafas.

Los jóvenes comenzaron a trabajar otras figuras aportando nuevas ideas. Antes no se hacían dragones; después se comenzó a hacer monstruos, luego siguió el marcianito y de ahí lo que la inventiva artesanal y la aceptación de los compradores demandan.

Del mismo modo se hacían máscaras de tigre para vender o de personajes para el carnaval. Se utilizaba, entre otras, el palo del tzompantle, madera que al parecer ya no existe en la región.  Antes, elaboraban las piezas en blanco, sólo era la madera tallada sin pintar; los viejos comentan que las hacían al natural, rústicas, pero con el transcurrir del tiempo comenzaron a pintarlas con el tizne de las ollas y del camal, con lo que les daban “color”. Poco después empezaron a pintarlas con anilina.

En el pasado no se les llamaba alebrijes, sólo figuras talladas. El término alebrije tiene su origen en la familia Linares, muy famosa por sus piezas fantásticas elaboradas en cartón; Pedro Linares, una persona de mucho talento, le dio el nombre de alebrije inspirado en los sueños.

Platican en Tilcajete que una persona constató cómo se vendía bien este tipo de trabajo y que gozaba de cierta popularidad; entonces pensó hacerlos en madera, pues el cartón tiene la desventaja de un fácil deterioro y sin duda en madera durarían más.

Desde entonces se les quedó ese nombre y con el tiempo no sólo hicieron estas figuras, sino animales con muchos elementos imaginarios.  Finalmente, hay otra versión en Arrazola, población donde también se elabora este tipo de artesanía. Se cuenta que a principios de los 80 Pedro Linares fue de visita con unos familiares y les mostró algunos de sus alebrijes, y Manuel Jiménez decidió elaborar seres fantásticos, propios de su cosmovisión, pero tallados en madera y con el estilo propio de la artesanía del lugar.

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