El IMSS aporta una medicina que sana a través del arte que hay en sus espacios: muralista Guillermo Ceniceros

COMUNICADO 

 Recordó el anhelo que siempre tuvo de pintar en el Seguro Social, tal como lo hicieron artistas como su maestro David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Jorge González Camarena, José Chávez Morado, Leonardo Nierman, y su amigo Federico Cantú.
 “Todos los médicos, incluyendo a los gineco-obstetras, a las mujeres parteras y a todo el mundo que se dedica a la Medicina deben de estar puestos en un mural, como lo ha hecho Diego Rivera y muchos otros artistas”, expresó.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la institución de salud pública más grande del país que, además de curar y prevenir enfermedades, ofrece cultura, una medicina que sana el cuerpo, el alma y la mente, afirmó el muralista mexicano Guillermo Ceniceros Reyes, discípulo de David Alfaro Siqueiros y autor del mural “El Hombre y su Medio” en el Hospital de Especialidades “Dr. Bernardo Sepúlveda” del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI.

Orgulloso de pertenecer a la camada de artistas que han inmortalizado sus obras en el Seguro Social, el artista de 85 años, también autor de murales emblemáticos como “Del Códice al Mural”, en Metro Tacubaya; “El Perfil del Tiempo”, en Metro Copilco; “La Historia del Pueblo Mexicano”, en Palacio Legislativo de San Lázaro, entre otros, destacó los trabajos en el IMSS de artistas como Diego Rivera, Jorge González Camarena, José Chávez Morado, Leonardo Nierman y su amigo Federico Cantú, autor de la escultura “Maternidad IMSS”, también conocida como la Madonna, obra que le ha dado identidad histórica al Instituto.

“Siempre teníamos algo que ver con pintores que habían trabajado para el Seguro Social y eso me pareció también una forma extraordinaria de utilizar los conocimientos de esos pintores. Yo tenía una especie de sueño o anhelo de la posibilidad de trabajar un día para el Seguro Social”, expresó.

El maestro Guillermo Ceniceros reflexionó sobre el mensaje ecológico que plasmó en su obra en 1979, año en que apenas se realizaba la primera conferencia mundial en la que se reconocía el Cambio Climático como un problema global. “Puse un lado del mural en el que estaba mostrando esa parte de cómo descuidamos el ambiente en el que vivimos. Y entonces quise hacer la contraparte enfrente y poner un sueño que consiste en ver de otro color el mundo en que vivimos. Con árboles, con una representación de lo que yo pienso que es la Coatlicue; la tierra que nos da todo y nos puede quitar todo”.

Desde su casa-estudio, un lugar que abraza su historia personal y artística entre pinturas, cuadros, murales, libros y discos musicales, Guillermo Ceniceros, en compañía de su esposa la también pintora Esther González, reveló que a sus 85 años de edad le apasiona estudiar a quienes estudian la medicina, así como le gusta pintar a los pintores que lo han inspirado.

“Estoy muy ligado al tema de la Medicina porque estoy explorando a través de los libros quién es quién en la Medicina. Qué aportó tal doctor en tal país y ver de qué manera en todo el mundo se han interesado en buscar las medicinas y los métodos para aliviar a la humanidad”, compartió.

El maestro Guillermo Ceniceros afirma que como artista solo ha puesto su granito de arena para dejar constancia de que la Medicina es una de las necesidades más apremiantes del ser humano. “Todos los médicos, incluyendo a los gineco-obstetras, a las mujeres parteras y a todo el mundo que se dedica a la Medicina deben de estar puestos en un mural, como lo ha hecho Diego Rivera y muchos otros artistas, me parece que es un tema extraordinario”.

El muralista destacó la labor que realiza el IMSS para curar los malestares de la población que habita desde ciudades, provincias, hasta el campo, la montaña o zonas alejadas. “Para mí, el Seguro Social significa eso, el seguro que el estado ofrece a los trabajadores y a los mexicanos para conservar su salud en buen estado y yo creo que ha cumplido con su cometido. Hay muchos hospitales, clínicas y lo que necesita esta sociedad siempre es sentirse cobijada por el Seguro Social”.

Hoy, a 45 años de la ejecución de su sobra en el CMN Siglo XXI, Guillermo Ceniceros afirma que le gustaría pintar de nuevo en el Seguro Social y hacerlo con un equilibrio entre temática y lenguaje en la pintura, producto de su evolución como artista y la función social de la cultura. “No podríamos los actuales mexicanos ser ajenos al arte como no somos ajenos a todo lo demás, incluyendo la lucha contra las enfermedades. Entonces tenemos al Seguro Social que nos está ayudando por un lado a combatir la enfermedad y por otro lado a endulzarnos la visión con la pintura que está en sus edificios”.