El hijo mayor de Donald Trump, Donald Jr., llegó el martes a Nuuk, la capital de Groenlandia, en una visita privada, un día después de que el presidente electo de Estados Unidos reiterara su interés en tomar el control de la isla, un territorio autónomo de Dinamarca.

El presidente electo, que asumirá el cargo el 20 de enero, ha señalado que seguir una política exterior sin estar sujeto a sutilezas diplomáticas, amenazando con tomar el control del Canal de Panamá. El mes pasado, Trump dijo que el control estadunidense de Groenlandia era una “necesidad absoluta” y el lunes publicó en su plataforma Truth Social: “¡HACER GRANDE A GROENLANDIA DE NUEVO!”

“Groenlandia es un lugar increíble y la gente se beneficiará enormemente cuando se convierta en parte de nuestra nación”, escribió.

Donald Trump Jr. voló en el avión privado “Trump Force One” de su padre para una visita que se espera dure entre 4 y 5 horas. No se programaron reuniones con funcionarios del gobierno en la isla, que tiene una población de apenas 57 mil personas.

“Groenlandia se acerca caliente… bueno, en realidad, ¡¡¡muy, muy fría!!!!”, dijo Trump Jr. en una publicación en X junto con un video desde la cabina mientras el avión se preparaba para aterrizar entre montañas cubiertas de nieve. “Estamos muy felices de estar aquí. Estamos aquí como turistas para ver este lugar increíble”, dijo a la emisora ​​local KNR a su llegada, añadiendo que originalmente había planeado visitarlo la primavera pasada. Dijo que había hablado con su padre, “y saluda a todos en Groenlandia.”.

En 2019, Trump pospuso una visita programada a Dinamarca después de que la primera ministra Mette Frederiksen rechazara su idea de que Estados Unidos comprara Groenlandia, que fue una colonia danesa hasta 1953 y ahora es un territorio semisoberano bajo el reino danés.

Dinamarca, un aliado de la OTAN, ha visto empeorar sus relaciones con Groenlandia en los últimos años, impulsada por acusaciones de maltrato histórico de residentes bajo el dominio danés. El Primer Ministro de Groenlandia, Mute Egede, ha declarado que la isla es no en venta pero en su discurso de año nuevo intensificó el impulso por la independencia.

El lunes pospuso una reunión con el rey Federico de Dinamarca prevista para el miércoles en Copenhague. No se dio ninguna razón para el aplazamiento. El primer ministro danés, Frederiksen, dijo el martes a la emisora ​​TV2: “Necesitamos una cooperación muy estrecha con los estadunidenses”.

“Por otro lado, me gustaría animar a todos a respetar que los groenlandeses son un pueblo, es su país, y solo Groenlandia puede determinar y definir el futuro de Groenlandia”, afirmó.

Groenlandia se encuentra en la ruta más corta entre Europa y América del Norte y está estratégicamente importante para el ejército estadounidense y su sistema de alerta temprana de misiles balísticos. Cuenta con riquezas minerales, petroleras y de gas natural, pero su desarrollo ha sido lento y su economía depende de la pesca y los subsidios de Dinamarca.

Aaja Chemnitz, miembro groenlandesa del parlamento danés, dijo que una adquisición estadunidense debería ser rechazada.

“No quiero ser un peón en los sueños de Trump de expandir su imperio para incluir a nuestro país”, escribió.