DEMANDAN PRIISTAS NUEVA DIRIGENCIA HONESTA
La elección de una nueva dirigencia estatal del PRI debe cumplir con requisitos como que los ex gobernadores no deben meter las manos y también deben quedar al margen ex presidentes del CDE, candidatos perdedores y quienes tengan puestos de elección popular que deben dedicarse de tiempo completo a sus responsabilidades, entre otros puntos.
Organizaciones priístas y corrientes internas agrupadas en el Movimiento por la Unidad Priísta de Oaxaca señalaron lo anterior y agregaron que para elegir a la nueva dirigencia estatal es urgente contar con una nueva dirigencia estatal ante la inminencia del proceso electoral del próximo año, por lo que reiteró un llamado a la unidad partidista.
Dirigentes del tricolor en las agencias de Santa Rosa, Montoya y San Martín Mexicapan, Martín Castillo Montes, José Eduardo Rodríguez López y Mauricio Robles Herrera indicaron que el Movimiento por la Unidad Priísta demanda que el nuevo presidente del CDE debe ser oaxaqueña o oaxaqueño, no haber sido presidente o secretario general, no haber sido derrotado en alguna contienda electoral, no estar cuestionado por la opinión pública respecto a su honorabilidad, no tener cargo de elección popular, además, quienes formen la próxima dirigencia no buscarán contender por algún puesto de elección popular en el próximo proceso electoral.
Precisaron que han enviado estas propuestas al Presidente Electo, Enrique Peña Nieto, al dirigente nacional Pedro Joaquín Coldwell y al delegado presidente en Oaxaca, Jorge Esteban Sandoval Ochoa, para que
coadyuven en este proceso de recomposición.
Respecto a priístas que han manifestado deseos de dirigir al partido, dijeron que deben sumar su experiencia y capacidad para tener una dirigencia limpia, legitimada por la militancia y con plena calidad moral y representatividad para recorrer las regiones sin recibir reproches, acusaciones ni descalificaciones de ningún tipo.
Lo que requerimos es sumar y sólo lo lograremos con una dirigencia sólida, que lejos de ser reflejo del pasado, aporte ideas frescas, apoye a nuevos liderazgos y entierre viejas prácticas de imposiciones
y abusos, apuntaron.
Queremos un PRI que tome en cuenta el trabajo de la militancia, incluyente, participativo, deliberativo y comprometido en la construcción de una nueva relación de confianza y responsabilidad con la sociedad civil, dijeron.