De Belice a Tepito: la ruta del tabaco ILEGAL en México
MILENIO
Los cigarros ilegales también llegan a nuestro país por los puertos de Manzanillo y Veracruz, vía Panamá y por la frontera norte.
Cada lunes, cientos de cigarros de contrabando entran a México desde Belice por la aduana de Chetumal, Quintana Roo. Es el único día de la semana que los agentes aduanales son menos “estrictos” en las revisiones de los vehículos que ingresan a nuestro país.
Así inicia la ruta del tráfico de tabaco en México. En la zona libre de Belice, a lo largo de dos kilómetros de tiendas que venden prendas de vestir “piratas”, hay al menos cuatro negocios que comercializan tabaco.
Las cajetillas se exhiben por cientos en anaqueles, porque en el país centroamericano su venta es legal.
En la zona libre se oferta la cajetilla entre 4 y 6 pesos por pieza, el precio varía según la marca; la mayoría de los empaques contienen 20 cigarrillos.
Ingresar a México con tres cajas con diez cajetillas es legal, pero si alguien desea introducir más de dicha cantidad, tiene que contratar los servicios de un pasador, que por 250 pesos, cada lunes, de contrabando, lleva el cargamento a Chetumal o a cualquier parte del país.
“Es un acuerdo que tenemos todos los pasadores, de que sólo una vez a la semana podemos cruzar todo lo que vayamos a cruzar, y lo cruzamos todos juntos solamente, pero, a veces hay el fin de semana, pero tiene que juntarse la cantidad de las camionetas”, narró un pasador que fue grabado con cámara oculta por MILENIO.
“Si quiere se lo puedo mandar el lunes en paquetería, yo tengo paqueterías que me apoyan con eso, usted dígame”, comentó el pasador.
La mercancía llega a México en cuatro camionetas tipo van: tres vehículos portan placas de Tabasco y uno más de Belice; todos atraviesan la frontera con la complacencia de las autoridades aduanales.
Conseguir un pasador es tarea sencilla, los comerciantes de cigarrillos trabajan en contubernio con ellos, pero también los hay afuera de las tiendas de venta de tabaco, disfrazados de vendedores ambulantes.
“Yo tengo quién pase las cajas, márcale y ustedes se arreglan en el precio” comentó un comerciante hindú.
Una vez en México, el precio de los cigarrillos se incrementa de 4 a 6 pesos a 15 y 20 pesos.
Las marcas de cigarrillos de contrabando más comunes son: Win, Marble, Brass, Marshal, Fastar, Silver Elephant, Double Diamond y Golden Deer.
Dichas marcas provienen de China, India, Viertnam, Emiratos Árabes Unidos, Canadá y Estados Unidos.
De acuerdo con autoridades federales, en Chetumal, los mayores distribuidores de cigarros ilegales son: “Abarrotes el yoyo”, ubicada a menos de un kilómetro del cruce fronterizo; “Los tres hermanos”; “Abby”; “Rossy y Abarrotes Yuli”.
Pero no sólo la frontera sur con Belice es punto de ingreso de cigarrillos ilegales, también llegan a nuestro país por los puertos de Manzanillo y Veracruz, vía Panamá y por la frontera norte, de acuerdo con autoridades.
Luego de ingresar a México por Belice, las cajetillas viajan al rededor de mil 317 kilómetros hasta llegar a Tepito, el corazón del contrabando, dónde de forma ilegal, se comercializan en puestos que venden exclusivamente tabacos.
Uno de los negocios se ubica en la calle Gonzales Ortega, entre Eje 1 Norte y Díaz de León, los otros puestos están sobre las calles Caridad Tepito y Manuel Doblado.
Un estudio publicado por la firma Oxford Económica reveló que la venta de cigarros ilegales que no pagan impuestos dejó un boquete en las finanzas públicas, en 2020, de 13 mil 500 millones de pesos.
Las cajetillas que se venden legalmente en México se ofertan entre 28 y 60 pesos, debido a que el 70 por ciento de su costo es producto del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios.
La Cofepris advirtió que existen 260 marcas de cigarros ilegales que representan un potencial riesgo para la salud de los consumidores, debido a que se desconoce la calidad de los materiales empleados para su elaboración.