Crean repelente contra mosco trasmisor de Zika en Oaxaca

Jorge Castañeda precursor del proyecto y miembro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, detalló que el proyecto de investigación llamado Citro Repel, fue concebido de una propuesta de mezclar varios alógenos naturales y químicos.

Miguel Alejandro Orduña Márquez, miembro del equipo que desarrolló el repelente ecológico, afirmó que el producto fue pensado para ayudar a las personas que viven en Oaxaca con una problemática latente como la enfermedad por el virus del chikunguya, el dengue o el zika.

Dijo que es fuerte, resistente para erradicar la presencia del mosco que derivado del cambio climático ha tenido adaptaciones de supervivencia en zona donde en el pasado no tenía registro.

Abundó que la sustancia funciona en igual condiciones en clima y temperatura calidad y humedad que es donde se gestan la mayor parte de estos moscos trasmisores.

Abundó que el producto que desarrollaron no usa componentes químicos y tiene una duración de tres a seis horas después de ser aplicado, ya que varía de acuerdo al clima. Explicó que se elabora con aceite esencial, el cual se combina con alcohol, agua destilada y glicerina, para obtener el repelente ecológico, el cual no causa reacciones alérgicas en la piel al provenir de materiales de origen natural.

Puntualizó que las sustancias del producto se obtienen por medio de un proceso sustentable llamado hidrodestilación, del que se obtienen los aceites de citronela, limoneno y linalool, usados para contrarrestar ácaros, arañas, mosquitos, pulgas, moscas y garrapatas.

Dijo que una vez concluido el proceso de hidrodestilación, los materiales restantes se pueden usar como abono, ya que vienen de productos naturales.

En tanto el gobierno de Oaxaca anunció que busca los registros legales de la patente del producto para empezar a formalizar la creación de una micro empresa que se encargue de distribuir el producto con opción de que los creadores sean beneficiados.

Se trata de introducir al mercado un producto local con un costo de comercialización del 60 por ciento más barato que los repelentes tradicionales.