¡Lo acorralan!

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Más que lincharlo, la gente quería intimidarlo, en cierta forma obligarlo a que confesara quiénes eran sus cómplices, porque era claro que estaban en el interior del fraccionamiento Jardines del Sur, en Santa Cruz Xoxocotlán, donde Gerardo, de 32 años de edad, fue acorralado, sometido por los habitantes que no dejaban de llamarlo ladrón.

Minutos después de las 11:00 horas, una multitud se concentró en el acceso principal del fraccionamiento, en la caseta de vigilancia, en la que se tenía retenido a Gerardo, quien fue sorprendido con una mochila, propiedad de una vecina.

“Le dije a mi novio que esa era mi mochila, por eso lo alcanzamos y le preguntamos”, explicó una de las afectadas que aseguró proceder con la denuncia formal.

“Respondió que la mochila se la habían dado en la Central, pero como viene al fraccionamiento a visitar a un conocido, se le retuvo porque no he sido la única víctima de robo”, añadió.

“Que diga quiénes son sus cómplices, hay que desnudarlo y amarrarlo sino no va a decir nada, son varios los robos que se han cometido, seguro él ha sido, pero hay más”, amenazaban otras señoras.

En la caseta de vigilancia en la que se le tenía asegurado, Gerardo trataba de mantener la mirada firme y sus oídos atentos, pero por supuesto, no lograba ocultar el miedo que sentía.

Por momentos lanzaba miradas amenazantes, pero todo cambiaba cuando alguien entraba a curiosear, sentía que iban a jalarlo, desnudarlo y amarrarlo como lo exigían decenas de personas, en su mayoría mujeres y chamacos.

“Lo que queremos es mantenerlo acá hasta que llegue su amigo, porque es el que renta acá y seguramente está coludido con él para entrar a robar a las casas”, aseveraban amas de casa.

Para los habitantes reunidos, todo era sospechoso, por un momento hasta de uno de los guardias del asentamiento.

Un motociclista, quien iba acompañado de una mujer y un niño, supuestamente conocido de Gerardo, también fue interceptado y rodeado, porque ellos pretendían llevarse a Gerardo.

“Queremos que se le investigue, ni el de la moto trae documentos, dice que es de una dependencia pero no tiene cómo demostrarlo”, acusó un señor.

Decenas de policías municipales de Santa Cruz Xoxocotlán llegaron al lugar, reforzados por elementos de la Policía Estatal, para tomar nota del caso y dialogar con los molestos habitantes.

Se solicitó la presencia de la autoridad competente, por tal motivo llegaron elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), a quienes les expusieron el origen, lo que pretendían hacer y lo que querían.

“No vamos a entregarlo hasta que diga quiénes son sus cómplices, hasta que venga su conocido, el que renta en uno de los departamentos”, sostenían los inconformes.

“Señores, lo que queremos es que nos entreguen a la persona para ponerla a disposición de la autoridad competente, pero si ustedes no quieren, nos mantendremos al margen, pero eso sí, retener a una persona también es delito y delito no se combate con delito”, fue respuesta del jefe de los AEI.

“Pero si luego sale, en 72 horas ya salió y vuelve a regresar, eso es lo que no queremos”, replica un hombre.

“Eso tememos señor autoridad, tenemos miedo de que salga y venga nuevamente, yo tengo hijos, temo por ellos acá, usted como a lo mejor no tiene”, recriminó otra señora sumamente molesta.

Pasaron dos horas desde que Gerardo fue sometido hasta que finalmente la multitud decidió entregarlo, quien para entonces sabía que estaba la policía y eso lo hacía respirar un aire de tranquilidad.

“Pobre de ti si regresas, a la otra si te quemamos, tienes que decir quiénes son tus cómplices, ratero, ratero”, vociferaban al hombre esposado quien era trasladado junto con la mochila, presuntamente robada, rumbo a un vehículo oficial.

Se estableció que Gerardo no tiene domicilio fijo, deambula en la Central de Abasto, llega a visitar supuestamente a su conocido Jhonatan Yair, vecino de la calle Alcatraz, departamento 102.

La mujer que reconoció la mochila que llevaba en su hombro Gerardo, detalló que estuvo ausente un buen tiempo de su departamento y volvió hace un par de días, pero encontró todo desordenado y los vidrios rotos de las ventanas.

No le había dado importancia a la mochila, hasta que se encontró con Gerardo y se sorprendió de verla en sus hombros.

Para integrantes del Comité Vecinal, son nueve robos en departamentos los que han sido denunciados en el interior del fraccionamiento.

Apenas el 13 de mayo, una de las víctimas acudió ante un fiscal para denunciar un robo, ella llegó con papel en mano para hacérselo del conocimiento a los agentes.

“Son dos denuncias formales las que se ha presentado, pero nueve robos cuantificados hasta el momento”, precisan los del comité.

El fraccionamiento Jardines del Sur tiene mil 94 departamentos entregados con una caseta de vigilancia, en la que se controla mayormente la entrada y salida de vehículos, más no de peatones, por eso es que Gerardo entraba y salía como si fuese habitante del mismo.

“El fraccionamiento tiene muy poca seguridad, los vecinos hemos estado realizando la mayoría del trabajo de seguridad para mantener cierta paz, las peticiones de seguridad que hemos planteado, solicitado al municipio, han sido nulas, no ha habido respuesta”, asegura un representante del Comité Vecinal.

Varios vecinos coinciden en que en el departamento de Jhonatan se escondían objetos robados, pues presumen que en operación hormiga sacaban plasmas, laptops y diversos artículos.

Supuestamente, la noche del jueves, una camioneta llegó al mismo departamento y sacaron varias cosas, como si fuese una mudanza.

Ayer en la tarde, varios afectados acudirían ante un fiscal, a Sector Metropolitano, para presentar sus denuncias formales, tal y como se los recomendaron los agentes.

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