Cae ex jefe policiaco que entregó a los 43 al ‘narco’

ejercito-marina-policia-federal-cisen_milima20161022_0031_11A más de dos años de los ataques de 26 y 27 de septiembre de 2014 contra normalistas de Ayotzinapa, el ex secretario de Seguridad Pública, Felipe Flores, fue detenido este viernes por autoridades federales en Iguala, cuando acudió a visitar a su esposa en el domicilio que habitaba antes de esos hechos.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), en el operativo participaron la Procuraduría General de la República (PGR), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), instancias que cumplimentaron la orden de aprehensión contra el también primo del ex presidente municipal José Luis Abarca.

El Twitter de la CNS fue el primer espacio que confirmó la captura del ex jefe policiaco, a quien se señala de poner a efectivos de la policía preventiva municipal de Iguala al servicio del grupo criminal Guerreros Unidos.

La detención, de acuerdo con información que se ha corroborado en Iguala, se realizó en la colonia CNOP, alrededor de las 7 de la mañana.

Las indagatorias realizadas presuntamente imputaban a Flores de haber perpetrado el secuestro de los normalistas por órdenes de Abarca, quien se encuentra detenido acusado de la autoría intelectual del ataque y desaparición de los estudiantes.

Tras lo ocurrido esos días de septiembre de 2014, dos subalternos declararon que Flores les había ordenado la captura de los normalistas.

Los policías Uzziel Peralta Rodríguez y Francisco Narciso Campos, quienes se desempeñaban como subdirector y supervisor de Tránsito en la municipalidad, aseguraron que el entonces jefe de la policía ordenó la intercepción de las unidades en que se trasladaban los estudiantes de Ayotzinapa; una vez cautivos ordenó su desaparición.

Esa orden también derivó en el ataque al autobús del equipo de tercera división profesional, Avispones de Chilpancingo, en el que murieron dos personas y varios resultaron heridos.

A Flores se le acusa de delincuencia organizada y el secuestro de los 43 estudiantes. Además, de acuerdo con el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, el que fue jefe de la policía de Iguala es señalado por acatar la instrucción “notoriamente ilegal” del ex presidente municipal, para perseguir y atacar a los normalistas que se dirigían al zócalo municipal, donde la esposa de Abarca rendía su informe, lo que derivó en dos enfrentamientos que dejaron como saldo decesos y lesiones a personas ajenas a los hechos.

Sales reiteró que la búsqueda de los jóvenes continúa y hasta la fecha suman 131 detenidos, se han efectuado 683 sobrevuelos y 94 operaciones con aviones no tripulados en zonas de difícil acceso.

Asimismo, indicó que se han efectuado 8 mil 957 patrullajes en varias zonas de Guerrero, el Estado de México, Morelos y Puebla, con 698 inspecciones, de las cuales 57 se realizaron en compañía de los familiares de los estudiantes.

Sales también reveló que aún se trabaja para ubicar a una persona identificada como “el caminante”, que pudo participar en los hechos y que “si bien existen ya procesos penales por todos estos detenidos, también hay rutas y líneas de investigación que se están abordando”.

Sales informó que la captura se logró después de labores de investigación y trabajo en campo porque a Flores se le había ubicado desde hace tiempo y se determinó que era el momento preciso para que su detención no generara ningún daño colateral.

Fue así como las fuerzas federales detuvieron a este sujeto que es considerado pieza clave de lo ocurrido con los estudiantes, y quien regresó a Iguala cuando aún se le buscaba para enfrentar las acusaciones, además de que contaba ya con una orden de aprehensión concedida a la Procuraduría General de la República (PGR) por delincuencia organizada y secuestro.

Aunque el Ministerio Público federal también consignó el expediente por desaparición forzada, el juez tercero de distrito en materia de procesos penales federales con sede en Tamaulipas no concedió la orden de aprehensión por este delito.

El comisionado comentó que todavía falta por detener a algunas personas que resultan importantes para la investigación y aclaró que ninguno de los procesados ha recibido sentencia, porque no se ha cerrado la instrucción, es decir, el juez no está aún en momento de emitir sentencia porque el proceso está en el periodo de ofrecimiento de pruebas.

Sales refirió que Flores no siempre estuvo en Iguala, donde finalmente fue detenido y donde presuntamente cometió los delitos de los cuales se le acusa. Y que para seguirle la pista en la investigación se le ubicó en diversos domicilios.

El caso de los normalistas de Ayotzinapa comenzó cuando el 26 de septiembre tomaron dos autobuses para llegar a Iguala, con el objetivo de viajar a la Ciudad de México para participar en la marcha conmemorativa del 2 de octubre.

De acuerdo con las pesquisas, al momento en que los estudiantes llegaron a Iguala, el ex alcalde Abarca ordenó a la policía municipal detenerlos, y para ello solicitó apoyo a la policía de Cocula (un municipio cercano), al suponer que se dirigían a boicotear el acto de informe de gobierno de su esposa, María de los Ángeles Pineda.

Los sucesos ocurridos en Iguala aquella noche y madrugada de septiembre, provocaron la desaparición de los 43 normalistas, la muerte de seis personas, entre ellos jugadores del equipo de futbol Avispones de Chilpancingo, y 25 heridos.

Desde aquel entonces los hechos han generado indignación en el mundo, al grado que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó esos acontecimientos como uno de “los sucesos más terribles de los tiempos recientes”.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) e integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) han participado en las pesquisas, luego de que en noviembre de ese año, el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo, dio a conocer la “verdad histórica” sobre la desaparición, en la cual aseguró que los estudiantes fueron asesinados por narcotraficantes, quienes incineraron sus cuerpos en un basurero público y arrojaron los restos en el río San Juan, en Cocula.

CLAVES

REINCIDENTE

A Felipe Flores también se le vincula con el homicidio del dirigente de la Unidad Popular de Iguala, Arturo Hernández Cardona, cuyo cuerpo fue encontrado con huellas de tortura el 31 de mayo de 2013.

El 5 de octubre de 2014, un juez dictó órdenes de aprehensión contra Flores y otros dos mandos, por su probable responsabilidad en el delito de homicidio calificado de seis personas.

El ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, señaló a la esposa del ex alcalde de Iguala como la principal operadora de actividades delictivas de Guerreros Unidos, en complicidad con su marido y con el secretario de Seguridad.

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