*.- ¡Atracadores!

Visión Política.

Por: Fernando Cruz López.

 

Ayer desde muy temprano un grupo de sedicentes estudiantes de las normales de Oaxaca, encapuchados y algunos portando palos y varillas, se dedicaron a secuestrar autobuses y vehículos de empresas transnacionales como Bimbo, coca cola entre otras, llevándoselos a las instalaciones del CRENO donde los escondieron, al mismo tiempo otro grupo de manifestantes tomaba la caseta de cobro de Huitzo de la carretera Oaxaca-Puebla, cobrando hasta 500 pesos por dejar pasar a los automovilistas.

 

Lo cierto es que las constantes acciones vandálicas perpetradas por los estudiantes normalistas oaxaqueños son motivo de profunda preocupación y merecen una firme condena por parte de la sociedad. Los actos de vandalismo, secuestro de autobuses y toma ilegal de casetas de cobro no tienen justificación alguna y representan un grave atentado contra el orden público y los derechos de los ciudadanos.

 

Es inaceptable que estos jóvenes, que se preparan para ser educadores, recurran a la violencia y la destrucción como medio de protesta. Los destrozos causados en los autobuses y vehículos que secuestran y los daños ocasionados a vehículos particulares no solo afectan a empresarios y trabajadores inocentes, sino que también dañan la imagen de la entidad y ahuyentan las inversiones tan necesarias para el desarrollo económico de Oaxaca.

 

El secuestro de autobuses urbanos y la toma ilegal de casetas de cobro son acciones que rayan en lo delictivo y ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos. Es preocupante que estas prácticas se hayan vuelto recurrentes, convirtiéndose en una forma de extorsión institucionalizada que afecta el libre tránsito y la economía local, pues según investigaciones realizadas por funcionarios gubernamentales, los que toman las casetas llegan a sacar más de un millón de pesos al día, lo que se convierte en un jugoso negocio para ellos.

 

Es importante destacar que el gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, a través del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), a cargo de Emilio Montero Pérez, han realizado esfuerzos significativos para atender las demandas de los normalistas. Se han garantizado plazas docentes y se han ofrecido respuestas públicas a sus peticiones. De parte del gobierno estatal no hay ningún pendiente con ese sector educativo, luego entonces no hay pretexto para sus movilizaciones.

 

En este sentido, las acciones violentas de los estudiantes carecen de fundamento y solo pueden interpretarse como un abuso de la tolerancia gubernamental, pues el ejecutivo estatal ha manifestado que con diálogo se puede encontrar solución a los problemas y de eso se aprovechan los normalistas que saben que no los van a desalojar.

 

La educación debe ser un pilar para la construcción de una sociedad más justa y pacífica. Sin embargo, estos futuros docentes están dando un ejemplo lamentable a las generaciones venideras. La sociedad oaxaqueña no puede seguir siendo rehén de grupos que utilizan la violencia como método de negociación.

 

Los normalistas deben entender que sus acciones no solo perjudican a la comunidad, sino que también dañan su propia causa y credibilidad. Es momento de que reflexionen sobre su papel como futuros docentes y abandonen estas prácticas delincuenciales que solo generan rechazo y desconfianza en la población.

 

Oaxaca merece paz, desarrollo y educación de calidad. Es responsabilidad de todos, estudiantes, autoridades y sociedad civil, trabajar juntos para construir un futuro próspero, libre de violencia y vandalismo. Solo así podremos superar los desafíos que enfrenta nuestra entidad y avanzar hacia un mejor mañana para todos los oaxaqueños… Sígame en X como @Visionpolitica7

 

 

 

 

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