Antorcha no es una ‘chiquilla’, puede resistir hasta un año en plantón: Gabriel
Los antorchistas esperaron los plazos que se les pidieron y sufrieron pacientemente todo tipo de maniobras gubernamentales.
Lunes 24 de marzo de 2014.
Oaxaca, Oax.- Con veinte años como dirigente estatal en Oaxaca, Gabriel Hernández afirma que Antorcha Campesina no es una organización “chiquilla” pues tiene cuarenta años de edad y desde entonces ha luchado contra la pobreza y puede resistir hasta un año en plantón.
A 54 días de iniciado un plantón en los corredores del palacio de Gobierno, Gabriel Hernández reitera y puntualiza que Antorcha Campesina es mayor de edad y no permite burlas ni que la “chamaqueen”, por lo que fortalecerá su movilización a partir del uno de abril, para obligar al gobierno aliancista de Gabino Cué a que cumpla con las demandas sociales de las comunidades.
Permanentemente encapsulado por tres de sus escoltas, el dirigente antorchista se mueve tranquilamente de un lado a otro. Se sienta entre los improvisados puestos de comida; fija su mirada, se acaricia el rostro, se para y va de un lado a otro. Camina bajo la sombra de los laureles de la India y regresa a los corredores del palacio de gobierno.
–¿Cuántos guaruras tiene?, pregunta el reportero y él lo niega inmediatamente.
–No tengo guaruras, no lo acostumbro, no los necesito.
El reportero insiste y apunta con la mirada hacia los tres hombres distribuidos estratégicamente y que a corta distancia observan atentos la conversación con el dirigente antorchista.
–No son guaruras, son gente de las comunidades que nos apoyan, se anima a responder Gabriel Hernández en alusión a los tres hombres con apariencia de policías que no desvían su mirada sobre de quien se presume tienen la orden de proteger.
¿A qué le apuesta Antorcha Campesina o a qué le apuesta el gobierno con este plantón?
–Antorcha Campesina le apuesta a que el gobierno cumpla con las comunidades.
¿Y el costo de este movimiento, de este plantón permanente, es caro o no?
–Nosotros estamos preparados para resistir hasta un año su fuera necesario. La gente viene por su cuenta, es un plantón rotativo y tenemos presencia en todo el estado.
Así, los antorchistas exigen justicia y obras en Oaxaca. Justicia porque denuncian que hay varios crímenes en la impunidad por conflictos agrarios, “atroces crímenes cometidos por un grupo mafioso que secuestra y asesina impunemente desde San Juan Mixtepec, sin que ninguna autoridad haga algo para detenerlo o castigarlo”.
La denuncia permanente versa sobre el incumplimiento absoluto por parte del gobierno que encabeza Gabino Cué Monteagudo, de los compromisos de realización de obras y programas que ofreció realizar.
A mayor abundamiento, Antorcha Campesina acusa que desde que llegó al poder estatal Gabino Cué Monteagudo, un gobernador emanado de un movimiento que se publicitó en su momento como profundamente democrático, identificado con las causas populares y decidido a encabezar un cambio radical y conducir a Oaxaca hacia un futuro mejor, los antorchistas acudieron a plantearle sus problemas, la marginación y el olvido que han padecido por generaciones, y a solicitarle que sus ofrecimientos de campaña se materializaran en acciones.
Los antorchistas esperaron los plazos que se les pidieron, sufrieron pacientemente todo tipo de maniobras gubernamentales, hasta que el año pasado, luego de someterlas a miles de trámites y filtros burocráticos, fueron aprobadas para realizarse en 2013 poco más de ochenta obras, no sin antes exigir muchos otros requisitos formales a los beneficiarios
Pero, al día de hoy, ampliamente vencidos los plazos que los gobernantes se pusieron para ejecutar tales obras, no se ha realizado absolutamente ninguna, y los encargados oficiales de las negociaciones, sin rubor alguno afirman que no hay recursos para iniciarlas, y que, por lo mismo, tampoco tiene caso discutir el pliego petitorio correspondiente a 2014.
Todo esto es considerado por Antorcha Campesina como una burla absoluta del Gobierno de Oaxaca hacia un sector muy numeroso de sus gobernados.
