Comunicado
· El Altar de Dolores fue instalado por la Dirección de Turismo del Municipio y la Asociación Folklórica Oaxaqueña para promocionar las tradiciones de la ciudad
La instalación del Altar de Dolores es una tradición que se realiza durante el sexto viernes de Cuaresma, esta costumbre fue adoptada por las y los feligreses oaxaqueños desde la época colonial para conmemorar el dolor de la Virgen María por la muerte de su hijo, durante su crucifixión.
Adornado con ramas de álamo, romero, poleo y flores de azucena, el Altar de Dolores también contiene otros elementos como las figuras de palma de Ocotlán, las velas de cera de Teotitlán del Valle, figuras de cucharilla de maguey de Santa María El Tule y corazones de hojalata con siete dagas que están hechos por artesanos oaxaqueños y que representan los siete dolores de la Virgen.
Los colores que sobresalen son el morado, blanco y el dorado, que simbolizan el luto, la pureza y la gloria.
Como parte de esta tradición, la Dirección de Turismo Municipal en coordinación con la Asociación Folklórica Oaxaqueña, instalaron el Altar de Dolores en el Templo del Carmen de Abajo, ermita edificada en el siglo XVI y que de acuerdo a las versiones de algunos cronistas, fue el primer templo construido por los españoles para este valle.
La Dirección de Turismo Municipal informó que la instalación del altar se realiza para promover las tradiciones de la ciudad de Oaxaca de Juárez y para que las y los visitantes conozcan la manera en la que las y los oaxaqueños celebran la Semana Santa.
Por otra parte, José Demetrio Quiroz Alcántara, asesor de la Asociación Folklórica Oaxaqueña expresó que desde hace 30 años la asociación inició con esta tradición. “El Altar de Dolores se instaló por primera vez en el Templo de Los Siete Príncipes y ha recorrido diferentes sedes, en las que la imagen de la Virgen de los Dolores se ha adornado con lirios y azucenas”.
Asimismo, dijo que el altar se adornó con velas hechas con cera labrada, lámparas de aceite de higuerilla, adornos del papel picado y vasos de agua de diferentes colores, que representan los dolores de la Virgen.
“Cada uno de los elementos que integran el altar están llenos de simbolismo para las y los fieles, las hierbas aromáticas como el álamo, romero y poleo, sustituyen las hierbas naturales de aloe y mirra con las que se embalsamó el cuerpo de Cristo, el color amarillo pálido de las hojas de maguey simbolizan el semblante de la Virgen María al presenciar el dolor de su hijo y las macetas de barro con figuras de borreguitos, que contienen semillas de chía, maíz, alpiste y trigo, representan la resurrección de Jesús”, dijo.
Durante la presentación del altar, las personas también disfrutaron de la interpretación de poesías a cargo de Concepción Villalobos y de un Concierto de Música Sacra, por el Coro de la Ciudad y el sexteto de cuerdas Wolfgang Amadeus Mozart, dirigidos por el maestro Israel Rivera Cañas y Honorato Cruz Santos, respectivamente y acompañados al piano por el maestro Isaías Guzmán Hernández.