¡Alerta! Van 40 ballenas grises muertas en México y contando…
Excélsior dio a conocer el 13 de febrero que la atípica aparición de un gran número de ballenas grises en Cabo San Lucas, Cabo Pulmo, La Paz y Loreto, se vincula a la presencia de aguas muy frías por el fenómeno de "La Niña"

EXCELSIOR
Las alertas se encendieron entre científicos por la caída en el número de crías de ballena gris (Eschrichtius robustus), que podría convertir el 2025, en el año con menos nacimientos de la especie en México, y la creciente mortandad de ejemplares juveniles y adultos en Baja California Sur, a donde migran cada año desde Alaska, en un viaje de más de nueve mil kilómetros.
Excélsior dio a conocer desde el pasado 13 de febrero, que la atípica aparición de un gran número de ballenas grises en Cabo San Lucas, Cabo Pulmo, La Paz y Loreto, se vincula a la presencia de aguas muy frías por el fenómeno de “La Niña”, en los santuarios históricos de Laguna San Ignacio, Ojo de Liebre y el complejo Bahía Magdalena, que las obligó a nadar más lejos hacia el sur en busca de mejores temperaturas.
El doctor en Ciencias, uno de los expertos más reconocidos a nivel mundial, reveló que hasta el momento se han presentado al menos 40 muertes de ballena gris, que en su mayoría lucen flacas, tal vez por una combinación de falta de alimento en sus lugares de origen y el mayor gasto de energía que tuvieron que hacer para encontrar aguas más cálidas en México.
“Lo extraño de este año es que no hay crías, todas las muertas son jóvenes o adultas, tanto machos como hembras, pero no hay crías, porque tampoco hay crías vivas, hay muy poquitas, entonces, la gran diferencia entre un año común y 2025, digamos, es que normalmente las ballenas que mueren son crías y no ejemplares de mayor edad”, detalló.

Recordó que si bien estos decesos no alcanzan cifras tan altas como las de los años cuando se registró el llamado Evento de Mortalidad Inusual (UME), que tuvo su punto máximo en México en 2020 con 88 muertes, el número actual de 40 ejemplares que perdieron la vida, comienza a ser preocupante, debido a que todavía tienen que sacar energía para nadar de regreso al mar de Bering, Chukchi y Beaufort en Alaska.
“Digamos que les llovió sobre mojado, porque además de comer mal viajaron más lejos, gastando más energía, entonces es raro, pero los varamientos se dieron en Loreto, en la Ensenada de La Paz o en lugares donde normalmente no se ven, porque ahora cambiaron sus patrones de distribución por las aguas frías de La Niña”, destacó.
El doctor Jorge Urbán, advirtió que esta mortandad todavía no termina, porque el número de decesos de ballenas grises, puede crecer conforme el pico de la migración comience a subir hacia el norte, una vez que abandonen los sitios donde se aparearon, lo que ocurrirá en las próximas semanas, porque para principios del mes de abril, todas irán ya en camino hacia Alaska.
“A finales de marzo, yo calculo que van a haber por lo menos otros 10 decesos, para sumar 50 en México, y ya después, hay que ir viendo las que mueran en Estados Unidos y Canadá en la ruta hacia el norte”, indicó.
El también integrante de la Comisión Ballenera Internacional, consideró muy difícil que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), de Estados Unidos, reactive la alerta por el Evento de Mortalidad Inusual (UME), para la ballena gris, que concluyó apenas en 2024, porque son gastos extra en investigación y fondos para saber qué está sucediendo con la especie, y en estos momentos el gobierno de Donald Trump, lo que está haciendo es correr personal y reducir gastos.
“Se requieren recursos para monitorear toda la costa en la ruta migratoria, pero vamos a ver cómo no las arreglamos, vamos a estar en contacto los diferentes grupos de investigación para ver qué tanto podemos hacer”, subrayó.
Los científicos estiman que el Evento de Mortalidad Inusual (UME), entre 2019 y 2023, provocó una disminución de aproximadamente 40 por ciento de la población de ballena gris del Este del Pacífico Norte, por cambios en el ecosistema en las áreas de alimentación subárticas y árticas, que provocaron desnutrición, disminución de tasas de natalidad y aumento de los decesos.
Varamientos
En lo que va de la temporada, el Museo de la Ballena y Ciencias del Mar al mando de Francisco Gómez, ha atendido tres varamientos de ballena gris en Isla Margarita, Bahía de La Paz y la Ensenada de La Paz, en Baja California Sur.
El primer caso se registró el 22 de enero, de un macho de 11.8 metros de largo, que apareció muerto en Isla Margarita, a la altura de la bocana de acceso a Bahía Almejas.
“No se observó vestigios de actividad antropogénica (golpes ocasionados por embarcaciones ni cortes por propelas o redes de pesca que pudieran haber contribuido a su deceso)”, indica el reporte.
El cadáver se encontraba en condición 2 (estado de descomposición moderado), pero ya algo inflamado por gases, “esto hace un poco difícil o no tan efectivo el evaluar visualmente una condición corporal pobre (desnutrición), esto se sabrá una vez concluido el estudio de isótopos”.
El segundo caso que documentó el Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, se reportó el 24 de febrero en Bahía de La Paz, y se trató de una hembra de 13.40 metros de largo, con grado 3 de descomposición “sin rasgos o características de actividades antropogénicas recientes asociadas a su muerte”.
“Aunque sí existen marcas cicatrizadas que podrían corresponder a redes de pesca, que en algún momento de su vida le ocasionaron esas lesiones”, resaltó el informe.
El tercer varamiento se registró el pasado 1 de marzo, en el estero Zacatecas, en la Ensenada de La Paz, cuando una hembra adulta de 13.3 metros de largo, apareció muerta, “sin lesiones antropogénicas ni por depredadores”.
“Su capa de grasa en la parte dorsal, era de aproximadamente 12 centímetros (bastante bien nutrida). De cualquier manera se tomaron muestras de barbas para estudio de isótopos estables”.
