Coronación de la Virgen de Juquila, símbolo de paz para Oaxaca.
Por Alfredo Mendez Bastida / Enviado Especial
El Cerro del Azufre, en Santa Catarina Juquila, se convirtió en la capital política social del Estado de Oaxaca, donde se dieron cita docenas de funcionarios de los tres niveles de Gobierno, artistas plásticos, intelectuales, organizaciones civiles, sacerdotes y miles de fieles católicos.
El nuncio Christophe Pierre, enviado del Papa Francisco desde el vaticano, fue el encargo de coronar a la Virgen inmaculada de Juquila, la tercera más visitada en la República Mexicana, y la segunda coronada después de 110 años en el estado de Oaxaca.
Ante miles de asistentes, que poco les importo las condiciones climáticas, se pronunció por la reconciliación social en Oaxaca, “con la fuerza del espíritu debemos de dejar de ser observadores sino actores, constructivos para responder a las necesidades y anhelos profundos del corazón humanos, nos urge a todos levantar la esperanza y la luz y la fe en Cristo Jesús, desde las familias, de la mano de la santísima Virgen”, citó.
Fieles católicos se sumaron al juramento, para comprometerse en el trabajo de la reconciliación y la paz. Empresarios, intelectuales, personalidades representativas en distintos ámbitos de la sociedad, también nombrados embajadores de la reconciliación en Oaxaca.
Asimismo, pidió por la reconciliación en el estado de Oaxaca, pidió frenar aquellos que incitan a la violencia, pidió sanar y fortalecer las familias desde el amor autentico, ya que la Virgen nos quiere unidos, reconciliado