¡Hasta una casa!; Influencer es criticada por pedirle a sus seguidores regalos de hasta 269 mil pesos
La joven llamada "imbrigittegrey" recibió una "funa" en redes sociales por la inusual petición a sus fans

MILENIO
En el mundo de las redes sociales, las figuras públicas, especialmente los influencers, son constantemente sometidos a la lupa del escrutinio público.
Recientemente, una influencer se ha visto envuelta en una gran polémica luego de pedir a sus seguidores que le enviaran regalos costosos, llegando incluso a solicitar artículos con un valor de hasta 269 mil pesos.
Influencer es criticada por pedir regalos costosos a sus seguidores
En el mundo de las redes sociales, donde los influencers han construido comunidades de seguidores que apoyan sus proyectos y estilos de vida, algunos límites pueden parecer difusos.
Recientemente, la influencer Briggitte Grey, conocida en Instagram como @imbriggittegrey, se convirtió en el centro de una controversia tras compartir una lista de deseos en la que incluía artículos de alto valor, como motocicletas, casas prefabricadas de lujo y cámaras profesionales, con la intención de que sus seguidores le compraran alguno de estos objetos.
A través de sus historias de Instagram, donde cuenta con más de 525 mil seguidores, Grey publicó: “Abrí una wishlist con cosas que deseo con todo mi corazón, me daba pena, pero por fin me animé. Gracias a quienes me motivaron a mostrar la lista, ¡Amo y valoro mucho los regalos! Si mandas algo ponle tu user para contactarte”.
Esta declaración generó una ola de críticas, especialmente cuando se hizo pública la lista de artículos deseados, que incluía:
- Casas prefabricadas de lujo con un valor superior a 269 mil pesos.
- Una cámara profesional de 128 mil pesos.
- Una bicicleta eléctrica de más de 31 mil pesos.
Si bien algunos consideraron la publicación como una simple manifestación de deseos, otros la vieron como un intento de aprovecharse de sus seguidores.
No obstante, Grey también explicó que algunos de los artículos de su wishlist estaban destinados a apoyar su labor de rescate de gatos: “Recuerda que no es obligatorio comprar nada, tal vez te sirva de inspiración ver lo que hay aquí. Lo que más necesito: las casas, comidas, jaulas para gatos ya que rescato, rehabilito y doy en adopción constantemente a gatitos, los electrónicos y cosas para videos”.

La respuesta de la influencer ante las críticas
El revuelo en redes no tardó en convertirse en una ‘funa’, con usuarios cuestionando la ética de su pedido. Ante la ola de críticas, Grey respondió con una postura desafiante en sus historias de Instagram:
“Pues qué mala onda de esta gente malvibrosa y eriza que nada más tiene que quejarse y es todo lo que hace, que se hagan de problemas que no son suyos, que quieran pleito con gente que ni los topa. Yo les recomendaría hacer ejercicio, se ve que les hace falta liberar endorfinas”.
Pese a la controversia, la influencer también agradeció a quienes le enviaron regalos, principalmente artículos para sus gatos:
“Gracias a los que me han mandado cositas para los gatos de la wishlist, se ve que ustedes sí entendieron. El 100% de las cosas que me llegaron son cosas sobre gatitos y pues a mí siempre me sirve tener material para agarrarlos de la calle, para alimentarlos, para mantenerlos en cuarentena y ustedes saben que aquí cabe uno más siempre, pero qué más me gustaría que cupieran 500. Muchas gracias y nos vemos en la próxima funa”.
Finalmente, Grey cerró el tema dejando en claro que “si no le regalan algo, ella lo conseguirá después” agregando que no entendía el lado malo de pedir cosas a sus seguidores.
“Si me regalan algo, qué chido y si no, lo conseguiré yo después a su tiempo. Si alguien me apoya y me ayuda a conseguirlo más rápido, no veo por qué comportarse como si estuviera haciendo algo malo, lo veo más como que no les gusta que a otros les pasen buenas cosas y pues qué pena vivir así”*.
El caso de Briggitte Grey ha reavivado el debate sobre los límites de la relación entre influencers y sus seguidores.
Mientras algunos defienden su derecho a expresar sus deseos y recibir apoyo de quienes quieran brindárselo, otros consideran que este tipo de solicitudes refuerzan una cultura de consumo desmedido y pueden ser un mal ejemplo para audiencias más jóvenes.
