El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS) ha anunciado su intención de incluir a la mariposa monarca en la lista de especies amenazadas para finales del próximo año. Esta medida responde a la alarmante disminución en las poblaciones de este emblemático polinizador, afectado por el cambio climático, la pérdida de hábitat y la escasez de algodoncillo, planta vital para su ciclo de vida.

La Ley de Especies en Peligro, bajo la cual se propone esta protección, impondrá restricciones como la prohibición de transportar, poseer o matar ejemplares de mariposa monarca, aunque permite excepciones bajo condiciones específicas. Estas medidas buscan mitigar los impactos humanos y fomentar la restauración de sus hábitats naturales.

Antes de implementar esta protección, el FWS abrirá un periodo de consulta pública. Martha Williams, directora de la agencia, destacó la importancia de involucrar a ciudadanos, expertos y organizaciones para diseñar estrategias efectivas que garanticen la recuperación de la especie.

Las mariposas monarca no solo son fundamentales como polinizadores en los ecosistemas, sino que su migración anual, que abarca miles de kilómetros desde Canadá hasta México, es un fenómeno natural único que promueve la biodiversidad.

Proteger a la mariposa monarca no solo asegura su supervivencia, sino que también beneficia a numerosas especies que dependen de los mismos ecosistemas. Este esfuerzo colectivo podría marcar un hito en la conservación de la biodiversidad en América del Norte.

¿Mariposa monarca en peligro?

Las mariposas monarca están en peligro de extinción debido a una combinación de factores ambientales y actividades humanas. Uno de los principales problemas es la pérdida de hábitat en sus áreas de reproducción en Estados Unidos y Canadá, así como en sus sitios de hibernación en México.

La deforestación, tanto legal como ilegal, reduce los bosques donde estas mariposas pasan el invierno, afectando los microclimas que las protegen de las bajas temperaturas y las lluvias intensas.

El cambio climático también juega un papel crucial. Las temperaturas extremas y las sequías en las áreas de reproducción han disminuido la disponibilidad del algodoncillo, una planta esencial para el ciclo de vida de las monarcas, ya que es el único lugar donde depositan sus huevos y la principal fuente de alimento para sus larvas.

Además, el uso generalizado de herbicidas en la agricultura ha reducido significativamente esta planta en el paisaje.

La migración de las monarcas, un fenómeno natural único que abarca miles de kilómetros, también enfrenta riesgos por la fragmentación de los corredores migratorios y la contaminación ambiental. Estos factores disminuyen la capacidad de las mariposas para completar su ciclo vital y reproducirse adecuadamente.

La protección de las mariposas monarca requiere esfuerzos internacionales y comunitarios. Esto incluye promover el turismo sostenible, restaurar los bosques y garantizar el acceso a recursos alternativos para las comunidades locales que dependen de estas áreas.

Es crucial educar a la población sobre la importancia de esta especie como polinizador y símbolo de biodiversidad.