Cadena perpetua a venezolano que asesinó a estudiante de enfermería en Georgia
El feminicidio ocurrió el 22 de febrero en el Oconee Forest Park, mientras la joven Laken Riley trotaba por la mañana.
EXCELSIOR
José Antonio Ibarra, un joven venezolano de 26 años, fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de Laken Riley, una estudiante de enfermería de 22 años, en Georgia, Estados Unidos. El juicio, que atrajo la atención nacional, fue presidido por el juez H. Patrick Haggard, quien encontró a Ibarra culpable de los 10 cargos imputados, incluidos asesinato con malicia, secuestro y agresión agravada.
El crimen que conmocionó a Georgia
El feminicidio ocurrió el 22 de febrero en el Oconee Forest Park, mientras Riley trotaba por la mañana. Según la Fiscalía, Ibarra, que residía en Atenas, Georgia, interceptó a la joven, la golpeó con una piedra y la asfixió con intención de agredirla sexualmente. Riley peleó por su vida durante 18 minutos, pero no logró escapar del ataque.
La propia Laken Riley les ha dado todas las pruebas que necesitan” para encontrar a Ibarra culpable de todos los cargos, dijo la fiscal Sheila Ross. Agregó que la evidencia física ha sido suficiente y corroborada por equipos forenses, digitales y por videos.
BREAKING: The illegal who k*IIed Laken Riley is found guilty on all charges pic.twitter.com/IylC1gA5eE
— Libs of TikTok (@libsoftiktok) November 20, 2024
La evidencia presentada en el juicio fue contundente. ADN de Ibarra fue encontrado bajo las uñas de la víctima, y tanto su ADN como el de Riley coincidieron en una chaqueta recuperada de un basurero en el complejo de apartamentos donde vivía el acusado. Cámaras de vigilancia también captaron a Ibarra merodeando cerca del apartamento de otra mujer la misma mañana del asesinato.
Un juicio sin jurado
El caso se desarrolló sin jurado, luego de que Ibarra renunciara a su derecho a ser juzgado por “pares”. El juez Haggard lo declaró culpable de todos los cargos en su contra, entre ellos asesinato, secuestro con lesiones corporales, asalto con intención de violación y manipulación de pruebas.
Durante la lectura del veredicto, familiares y amigos de Riley lloraron por la pérdida de la joven, mientras Ibarra permaneció inexpresivo. La sentencia fue emitida pocas horas después del fallo, sin posibilidad de libertad condicional, la pena máxima permitida en Georgia por asesinato.
El caso generó un intenso debate nacional sobre la inmigración, ya que Ibarra había ingresado ilegalmente a Estados Unidos en 2022 y permanecía en el país mientras su caso de inmigración seguía en curso. Aunque su estatus migratorio no fue mencionado durante el juicio, el crimen fue utilizado por figuras políticas como Donald Trump, quien lo señaló en múltiples discursos durante su campaña presidencial.
El asesinato de Riley se convirtió en un símbolo en la discusión sobre las políticas fronterizas. Los republicanos culparon al gobierno de Joe Biden por no reforzar la seguridad en la frontera, mientras que Biden mencionó a la joven en su discurso sobre el Estado de la Unión.
En Georgia, el caso impulsó la aprobación de una ley estatal que obliga a las autoridades locales a verificar el estatus migratorio de las personas detenidas. Sin embargo, numerosos estudios han desmentido la relación entre inmigración y aumento de la criminalidad, argumentando que los inmigrantes, incluidos los indocumentados, cometen menos delitos en comparación con ciudadanos nacidos en Estados Unidos.
Laken Riley, descrita por sus allegados como una apasionada estudiante de enfermería y ávida corredora, dejó una huella imborrable en su comunidad. Su asesinato no solo ha provocado reformas legislativas, sino que también ha reavivado debates sobre la seguridad de las mujeres y el tratamiento de los inmigrantes en el sistema de justicia estadunidense.
El caso de Riley continúa siendo un recordatorio de los desafíos sociales y políticos que enfrenta Estados Unidos, desde la lucha contra la violencia de género hasta las complejidades de su sistema migratorio. Mientras tanto, la familia de Riley busca preservar su memoria y abogar por un cambio que evite tragedias similares en el futuro.