Varios quieren la silla caliente de la Conade

Rommel Pacheco, Moisés Muñoz, María José Alcalá y Óscar del Cueto, por el deporte

EXCELSIOR

La salida de Ana Gabriela Guevara como titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte es inminente. En una gestión complicada entre amparos, acusaciones de corrupción, declaraciones combativas, conflictos con atletas y medios de comunicación, su adiós por la puerta de atrás es cuestión de tiempo.

Al traste, aparecen varios nombres para sucederla en la Conade, por lo menos, cuatro candidatos.

De acuerdo a fuentes consultadas, Rommel Pacheco es el principal aspirante. El exclavadista saltó del PAN a Morena, pero no pudo ganar la alcaldía de Mérida, Yucatán.

Su intención de incursionar en la política se debió a que cuando era atleta padecía la falta de estímulos económicos, por lo que trata de estar cerca de ellos como lo hizo esta vez en París.

Se suma Marijose Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano que ha enfrentado directamente a Ana Gabriela Guevara por la indiferencia con los ateltas.

Cada uno tiene que asumir la responsabilidad de lo que le toca y no estar señalando cosas absurdas. Ningún atleta se quejó que no tuviera a su entrenador”, dijo en su última aparición para revirarle a Guevara.

Lo cierto es que el buen trabajo que ha hecho en el COM le haría seguir ahí y trabajar de la mano con quien quede en la Conade.

Moisés Muñoz, exportero del América se unió al equipo de trabajo en la campaña de Claudia Sheinbaum por la presidencia y su labor supuestamente será realizar una agenda deportiva durante el sexenio.

Estoy muy contento de anunciar que estaré participando en la promoción del deporte de la doctora Claudia Sheinbaum, así como en  la construcción de la agenda del deporte para el próximo sexenio”, avisó. Óscar del Cueto García, titular de la Unidad de Vinculación Interinstitucional en la Secretaría de Bienestar es un candidato menos conocido, pero con concoimientos del deporte integral.

Es ingeniero en sistemas y fue taekwondoín, aunque su vocación de servició lo ha encaminado a la función pública. Ha analizado que no basta con crear un proceso metodológico para ganar medallas cada cuatro años, sino un plan que unifique criterios en pro del deporte.

 

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