Astronauta revela cómo es sobrevivir atrapado en el espacio, con mala comida y un psiquiatra de guardia

EXCELSIOR 

Recientemente se reveló que los astronautas Sunita Williams y Barry Wilmore no podrán regresar a la Tierra hasta 2025 luego de que cápsula espacial Starliner de Boeing que los llevó a la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) el pasado 5 de junio, presentó una falla que los dejó “varados” en el espacio en su misión que estaba prevista para durar solo 10 días y que se ha alargado por 67.

Sin embargo, está no es la primera vez que esto ocurre, pues se han registrado otros casos en los que astronautas han pasado períodos mucho más largos orbitando sobre la Tierra.

En la década de 1990, el astronauta ruso Valeri Polyakov estableció un récord impresionante al pasar 437 días en el espacio a bordo de la estación Mir.

Más recientemente, el año pasado, Frank Rubio volvió a la Tierra tras pasar 371 días en la ISS, marcando el récord de la estancia más larga en el espacio para un estadounidense.

Actualmente, el ruso Oleg Kononenko ha alcanzado un hito aún más notable: es el primer ser humano en acumular más de mil días en el espacio a lo largo de su carrera.

Astronauta cuenta su experiencia tras quedar varado en el espacio

En el espacio, el silencio es absoluto y, aunque no puedas gritar, siempre hay un psiquiatra en la Tierra dispuesto a escuchar a los astronautas estresados cuando lo necesiten.

 

“Podía quejarme, llorar, lo que fuera”, recuerda el astronauta retirado Clayton “AstroClay” Anderson sobre el psicólogo que lo apoyó durante sus 152 días en la Estación Espacial Internacional en 2007.

“Él estaba allí para respaldarme, ayudarme a gestionar mi situación con la NASA y, si era necesario, ponerme en contacto con mi familia”, recordó.

 

De acuerdo con Anderson, no hay ningún entrenamiento real en términos de qué sucede si uno se queda atascado, a pesar de un curso de preparación de dos años antes de partir hacia la Estación Espacial Internacional.

“Nunca pensé en quedarme varado; pensé: ‘Oye, tengo un trabajo que hacer. Estaré aquí arriba por un tiempo determinado. Ese tiempo es variable’… No recuerdo haber recibido mucha formación ni psicología en términos de cómo lidiar con eso”, dijo el hombre de 65 años en entrevista para The Post.

“Hubo una ocasión en que el inodoro de fabricación rusa se rompió un viernes por la noche y el Centro de Control de Misión en Rusia no volvió a funcionar hasta el sábado, así que tuvimos que sobrevivir toda la noche sin el inodoro”.

Anderson recordó que en el espacio la comida no es muy buena y en ocasiones es escasa, aunque los suministros desde la Tierra se envían cada dos meses, sin embargo, la mayoría de los astronautas opina que el sabor de los alimentos no es el mejor.

“Había ciertos platos en la Estación Espacial que todos odiaban. El tofu teriyaki y el tofu con sabor a chile eran dos que yo nunca probaría”, dijo.

Estar atrapado en el espacio tiene un costo físico; cuando eso le ocurrió a Frank Rubio, recordó, en entrevista para CNN, cómo su propio cuerpo le comenzó a parecer demasiado pesado y volver a sentirse “normal” les lleva algunos meses.

 

“No caminamos, no soportamos nuestro propio peso (mientras estamos en el espacio), así que pasarán entre dos y seis meses antes de que pueda decir que me siento normal”, dijo entonces.

La ISS fue lanzada en 1998 y hoy es utilizada para investigaciones científicas por 15 países, fruto de una colaboración entre Estados Unidos, Rusia, Europa, Japón y Canadá.

La NASA lo describe como “más grande que una casa de seis habitaciones, con seis zonas para dormir, dos baños, un gimnasio y un ventanal de 360 ​​grados”.

Tiene electricidad a través de células solares y una pequeña cocina con refrigerador, agua corriente fría y caliente y un calentador de alimentos.

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