Canelo perdió a su dueño y demolerán su casa; buscan quien lo ADOPTE

“Canelo” no entiende lo que está pasando, tiempo atrás vivía feliz con su dueño, recorrían las calles, lo protegía de quien se quisiera ‘pasar de listo’ y ‘saludaban’ vecinos todos los días; ahora no puede entrar a su casa, está triste y añora volver a ver a su fiel amigo.

A través de redes sociales, Minnie Gaytán una usuaria de Facebook, compartió la historia conocida de “Canelo”, un lomito tampiqueño de aproximadamente 8 años que, al parecer es cruza de labrador, “muy aguerrido y más en defensa de su humano… agradecido”.

El lomito vivía con su amigo fiel, un señor de la tercera edad con quien salía a caminar, y por supuesto, lo defendía de cualquiera que se le acercará “como advirtiendo que no nos metiéramos con ellos”.

Vecinos los veían y se enternecían con la imagen del pequeño junto a su dueño deambulando por la calles, por lo que cuando lo se cruzaban con el no dudaban en acercarse y regalarle un poco de comida.

Sin embargo, las cosas cambiaron drásticamente.

“Hace unos meses ya no veo al señor, pregunté qué había sucedido con él pero nadie me supo decir. Por lo que está sucediendo, supongo que falleció”, relata en su publicación.

“Canelo” desde ‘ese día’ no ha dejado de buscarlo, llamándolo mediante aullidos día y noche, de eso ya pasó un año. Los vecinos continúan llevando comida.

“Hace unas semanas, vi que pusieron candado en la reja y el perrito se quedaba afuera. Fue entonces que empezó (mejor dicho empeoró), su calvario”.

Hace unos días maquinaria, muchos trabajadores y camiones llegaron a ‘su casa’, con el aparente objetivo de demolerla, “Canelo ya tuvo su segunda pérdida grande”.

Mientras ellos ‘hacían su trabajo’, Canelo los observaba al otro lado de la acera.

“Ya no tiene casa. En las tardes que llego, lo veo en la banqueta de enfrente de lo que era su casa, observando los trabajos de demolición”.

Los vecinos quieren adoptarlo pero por diversas circunstancias no pueden. Por lo que por medio de dicha publicación imploran alguien más pueda adoptarlo.

“Espero que encuentre una familia que lo quiera y adopte para pasar los años que le queden, con amor y tranquilidad. Nadie merece vivir en la calle. Menos los seres más amorosos… Espero que Canelo viva los años que le quedan en un hogar donde lo amen tanto como él amó a su humano, que a pesar de tantas carencias, estuvo con él hasta el final”.