Por la ignorancia de un grupo el INAH clausurará la obra y se acabó: Sofía Musalem
Gerardo Valdivieso Parada
Juchitán, Oax.- “Una gran tristeza” dijo tener la restauradora Sofía Musalem cuando por necedad de algunas personas se abandonen los trabajos de reconstrucción de la Casa de la Cultura, puesto que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no tiene recursos y son las fundaciones las que se retirarán dejando a la deriva a la institución y el edificio.
La que diseñó un proyecto integral para la ciudad que derivó en la Casa de la Cultura de la cual se encargó de sustentar y realizar el proyecto original por en cargo del entonces Secretario de Educación, Víctor Bravo Ahuja, comparó lo que le ocurrió hace más de cincuenta años con los ataques al proyecto de rehabilitación del edificio actualmente.
La ignorancia de las comerciantes y transportistas impidió que el gran proyecto urbano para la ciudad diseñado por el arquitecto Lorenzo Carrasco y que ella se encargó de aterrizar fue rechazado con insultos y los recursos del gobierno federal para convertir a Juchitán en la ciudad más importante del estado se destinó a Tehuantepec y a otros pueblos, dijo que lo mismo está pasando con la Casa de la Cultura en la que la oposición al proyecto de rehabilitación sólo logrará que los presupuestos se vayan a otras partes.
La arquitecta juchiteca que laboró en el área de restauración del INAH, dijo que su Comisión de Monumentos es muy seria e integrada por gente sumamente capacitada, que aprobó el proyecto de rehabilitación, y que las personas que se oponen lo hacen desde su ignorancia pues ninguno es experto o especialista en restauración “¿qué van saber?”.
Lamentó que el asunto se halla politizado y que personas que no tengan ningún proyecto logren que el INAH al final clausure la obra: “me da una tristeza infinita que cuando se tiene un logro lo destruyan, es muy fácil destruir porque construir es una chinga, opinan cuando ya están las cosas hechas”.
Por su lado el grupo de personas que se oponen al proyecto de reconstrucción del arquitecto Joao Boto Caeiro autodenominados “Colectivo en Defensa de la Casa de la Cultura” entregaron un oficio a la presidencia para que un grupo de su colectivo se le permita entrar al edificio y conocer el estado del inmueble y las intervenciones realizadas.
Funcionarios municipales informaron que no es el Ayuntamiento la instancia para permitir una inspección a las obras sino el INAH, ya que las personas citadas por el colectivo para ir a verificar aunque son ingenieros y arquitectos no son un grupo colegiado, ni pertenecen a una instancia competente y ninguno es restaurador con licencia.